sábado, 15 de junio de 2019

"Dependencia" - Con un poco de humor (De la autora)

Siempre me he resistido a las dependencias. Ni bien me levanto, descubro que habrá corte de luz programado (información que me perdí), y por lo tanto deberé cambiar algunos hábitos de la mañana. Por lo pronto, no puedo poner el lavarropas. Total, con la humedad que hay, puede esperar. Me propongo preparar el desayuno. Descarto la pava eléctrica, no es tan grave. Busco las luces de emergencia para “salir del paso” pero no funciona ninguna. Recurro a una linterna y enciendo un par de velas, que reparto entre la cocina y el comedor, porque con la luz natural de las ventanas no alcanza, porque está nublado. Resultó ser un desayuno romántico. Siguiendo con la rutina, hay algunas actividades que también deberé postergar, ya
que tengo que hacer algunas cosas con la computadora. Decido hacer una torta; busco la receta y preparo los ingredientes. Cuando pongo la manteca y el azúcar en el bowl, me doy cuenta que no puedo usar la batidora. Menos mal que voy a tenis y tengo un poco de fuerza en los brazos. El horno es a gas, así que hornearla no es un impedimento. Mientras espero, me siento a escribir esto. Tomo dos hojas de papel y una lapicera – ya que no puedo hacerlo en la computadora- y me pongo los lentes. Luego de un rato, me doy cuenta que debo cambiar de posición para no hacerme sombra con la mano que interfiere con la luz de la ventana. Ya son más de las 11 y la mañana está perdida. O no. Quizás haya disfrutado el desayuno romántico, la preparación de la torta sin electrodomésticos que agilicen la tarea, y la escritura a mano del texto. Y sí, la dependencia muchas veces nos lleva a hacer lo mismo todos los días. Quizás esté bueno cambiar de vez en cuando.

1 comentario:

  1. Buenísimo Bea, m hiciste acordar d gran 'Tato". Gracias.

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