
El realismo mágico comparte ciertas características con el realismo épico, como la pretensión de dar verosimilitud interna a lo fantástico e irreal, a diferencia de la actitud nihilista asumida originalmente por las vanguardias como el surrealismo.
FUENTE: Realismo mágico - Wikipedia, la enciclopedia libre
Se caracteriza por la narración de hechos insólitos, fantásticos e irracionales en un contexto realista.
El término fue acuñado en 1925 por el crítico de
arte e historiador alemán Franz Roh en en su libro “Postexpresionismo: los
problemas de la nueva pintura europea” para describir un movimiento
pictórico que incorpora aspectos mágicos a la realidad.
Más adelante, Arturo Uslar Pietri
usó el término para referirse a una nueva tendencia en la literatura
hispanoamericana en la que la realidad coexiste con la fantasía. Surgió
entre 1930 y 1940, y llegó a su auge en las décadas de 1960 y 1970. En las
novelas y cuentos mágico-realistas, el narrador presenta hechos improbables,
oníricos e ilógicos de manera natural, sin asombrarse por ellos ni darle al
lector una explicación como si pertenecieran a la realidad.
En el realismo mágico confluyen
la influencia del psicoanálisis y del surrealismo
europeo, que hacen hincapié en los sueños, el inconsciente y el
irracionalismo, y la influencia de las culturas indígenas precolombinas
con su tradición de leyendas y mitos en los que se producen hechos fantásticos.
Este movimiento surge tras una época imperada por literatura de protesta. Por
ejemplo, se halla denuncia social en Cien años de
soledad (1967), novela de Gabriel
García Márquez que generalmente se considera la obra emblemática de esta
corriente. Otros escritores importantes del realismo mágico son Miguel Ángel
Asturias, Jorge Luis Borges, Juan Rulfo, Julio
Cortázar y Arturo Uslar Pietri.
Algunos críticos agregarían a
esta lista a Alejo Carpentier, quien usó el término "real maravilloso" en la introducción a su novela “El
reino de este mundo” (1949) para describir su nueva estética. La
discrepancia se debe a que a veces real maravilloso se usa como sinónimo de
realismo mágico, sin embargo hay varios críticos que afirman que estos dos
términos no se deben usar indistintamente ya que no son iguales. Por ejemplo, a
diferencia del lenguaje claro y preciso del realismo mágico, Carpentier
emplea un estilo barroco lleno de adornos y artificios. Otra diferencia es que el
realismo mágico es una corriente internacional que apareció por primera vez en
Europa, mientras que lo real maravilloso está más arraigado en las culturas
indígenas y africanas de las Américas.
Ejemplo de
realismo mágico
Como ya hemos dicho, “Cien años de soledad”
es la obra cumbre del realismo mágico en la que abundan episodios
insólitos como éste:
[...]Fernanda quiso doblar en el jardín sus sábanas de bramante, y pidió
ayuda a las mujeres de la casa. Apenas habían empezado cuando Amaranta advirtió
que Remedios, la bella estaba trasparentada por una palidez intensa.--¿Te sientes mal? --le preguntó.
Remedios, la bella, que tenía agarrada la sábana por el otro extremo, hizo una sonrisa de lástima. --Al contrario --dijo--, nunca me he sentido mejor.
Acabó de decirlo, cuando Fernanda sintió que un delicado viento de luz le arrancó las sábanas de las manos y las desplegó en toda su amplitud. Amaranta sintió un temblor misterioso en los encajes de sus pollerines y trató de agarrarse de la sábana para no caer, en el instante en que Remedios, la bella, empezaba a elevarse. Úrsula, casi ciega ya, fue la única que tuvo serenidad para identificar la naturaleza de aquel viento irreparable, y dejó las sábanas a merced de la luz, viendo a Remedios, la bella, que le decía adiós con la mano, entre el deslumbrante aleteo de las sábanas que subían con ella, que abandonaban con ella el aire de los escarabajos y las dalias, y pasaban con ella a través del aire donde terminaban las cuatro de la tarde, y se perdieron con ella para siempre en los altos aires donde no podían alcanzarla ni los más altos pájaros de la memoria.
Los forasteros, por supuesto, pensaron que Remedios, la bella, había sucumbido por fin a su irrevocable destino de abeja reina, y que su familia trataba de salvar la honra con la patraña de la levitación. Fernanda, mordida por la envidia, terminó por aceptar el prodigio, y durante mucho tiempo siguió rogando a Dios que le devolviera las sábanas.
FUENTE: Realismo mágico - Literatura - About.com
1 comentario:
NAZIezz atti ensamblado con papa desabrida cara’e vómito repulsivo
simbiotizados con la BUJA tremebundis peín cagón de drácula
conviviente de nicajudas Iscariote y sus secuaces
me acaban de confiscar las miserables moneduchas de “pensión solidaria”; mucho pero mucho más ínfimas a las
considerables cifras que se manejan entre ell@s con sus suelduchos regulekes.
¡A propósito! Ya tenemos listo el proyecto arquitectónico para reconstruir Valparaíso con la cuenta bancaria de la Buja Piruja y su peín de drácula.
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