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Puedes pedir los libros de la autora al mail: beamarchisone@gmail.com (envíos a todo el país)

LIBROS PUBLICADOS POR LA AUTORA
(poesía y narrativa)
"DE LOS HIJOS" (2014)- Ediciones Mis Escritos (Bs. As.)

Rincones y Acuarelas I (Poesía) -2019- La Imprenta digital (Bs. As)

Rincones y Acuarelas II (Narrativa)- 2019- La Imprenta digital (Bs. As.)

Los encontrarás:
En Rafaela (Santa Fe): en Librerías "EL SABER", "PAIDEIA" y "FABER".
En San Francisco (Córdoba): en Librería "COLLINO"
y en otras librerías del país.

domingo, 30 de junio de 2019

"La siesta" (por Jerónimo Castillo)

Avanza por entre el monte
el bochorno de la tarde
y la chicharra le canta
con translúcido ropaje.

Pasó de largo la siesta
donde lograron juntarse
travesuras de los niños
en ausencia de sus padres.

Junto al aljibe las huellas
descalzas dan el detalle
de las veces que buscaron
beber frescura y mojarse.

La honda colgada al cuello
que hace temblar los cristales
y escapó de la requisa,
no le ha de faltar a nadie.

Aunque el rezongo materno
marcó espacios especiales
donde descansar la siesta,
siempre fue lindo asolearse.

La caza de lagartijas
muy cerca de los tunales,
con la iguana corredora
fueron de esta fiesta parte.

Estos niños que repiten
las mismas barbaridades
con que nosotros hicimos
más llevadera la tarde,

encuentran en la aventura
gnomos, duendes y otros grandes
habitantes de la siesta
que la memoria me trae.

Por eso recuerdo ahora
raspones que aún me arden,
las picaduras de abejas
cuando bajaba panales,

torceduras, moretones,
ampollas, hilos de sangre,
de escapadas sin permiso
o en ausencia de mis padres.

Del libro "Vecindad Cerril"- 2ª Edición- San Luis- Marzo 2019 


JERÓNIMO CASTILLO:  Escritor argentino (Luján de Cuyo, Provincia de Mendoza, 1943). Ha obtenido el primer Provincial de Poesía 1975 y Premio Departamental por Guaymallén-Mendoza (Grupo Icthios); el primer Premio “Día de la Tradición” (poesía, 1976) del Círculo de Mujeres Intelectuales de Mendoza y Círculo de los Poetas (filial Mendoza), y el primer Premio Nacional de Literatura organizado por la Dirección de Asistencia a la Ancianidad e Invalidez (Mendoza, 1993). Ha publicado los libros de sonetos Pórtico (1975) y Testimonio americano (1989), los poemarios Minotauro (1994), Corazón de puma (1997), Vecindad cerril (2001), Horcón (2001), Antología del vino (2004) y Antología del amor (2004), y los ensayos Río Quinto: problemática y soluciones (en coautoría con Carlos J. A. Sergnese; 2000) y En busca de la integración americana (1995), entre otros títulos. Asimismo, ha sido incluido en varias antologías.

sábado, 15 de junio de 2019

"Dependencia" - Con un poco de humor (De la autora)

Siempre me he resistido a las dependencias. Ni bien me levanto, descubro que habrá corte de luz programado (información que me perdí), y por lo tanto deberé cambiar algunos hábitos de la mañana. Por lo pronto, no puedo poner el lavarropas. Total, con la humedad que hay, puede esperar. Me propongo preparar el desayuno. Descarto la pava eléctrica, no es tan grave. Busco las luces de emergencia para “salir del paso” pero no funciona ninguna. Recurro a una linterna y enciendo un par de velas, que reparto entre la cocina y el comedor, porque con la luz natural de las ventanas no alcanza, porque está nublado. Resultó ser un desayuno romántico. Siguiendo con la rutina, hay algunas actividades que también deberé postergar, ya
que tengo que hacer algunas cosas con la computadora. Decido hacer una torta; busco la receta y preparo los ingredientes. Cuando pongo la manteca y el azúcar en el bowl, me doy cuenta que no puedo usar la batidora. Menos mal que voy a tenis y tengo un poco de fuerza en los brazos. El horno es a gas, así que hornearla no es un impedimento. Mientras espero, me siento a escribir esto. Tomo dos hojas de papel y una lapicera – ya que no puedo hacerlo en la computadora- y me pongo los lentes. Luego de un rato, me doy cuenta que debo cambiar de posición para no hacerme sombra con la mano que interfiere con la luz de la ventana. Ya son más de las 11 y la mañana está perdida. O no. Quizás haya disfrutado el desayuno romántico, la preparación de la torta sin electrodomésticos que agilicen la tarea, y la escritura a mano del texto. Y sí, la dependencia muchas veces nos lleva a hacer lo mismo todos los días. Quizás esté bueno cambiar de vez en cuando.