Érase una viejecitacon tantos hijos y nietos,
tan chillones, juguetones,
tan ruidosos y traviesos,
que jamás en casa alguna
los vecinos la quisieron.
y entonces la viejecita,
con sus hijos y sus nietos
su casa hizo en un zapato;
¡y allí viven tan contentos!
Anónimo
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