Mi pueblo en otoño tiene la ternura
de las hojas secas crujiendo en el
suelo
bajo las pisadas de aquellos que
andamos
salpicando huellas a través del
tiempo,
y despliega ocres, sepias y
amarillos
y enlaza a mis ojos los tonos
intensos.
Mi pueblo en otoño respira despacio
y anda sin apuro, guardando
secretos
entre las baldosas de algunas
veredas,
en la esquina vieja que aguarda en
silencio.
Mi pueblo en otoño, me acaricia y
canta,
y entreteje el canto entre mis
cabellos
de lluvias de Abril que enjuagan
ausencias,
de un beso de sol en un Mayo
fresco,
de un primer amor, cristalino y
puro,
que vuelve a tocarnos,
rozando la piel aunque no lo vemos.
Mi pueblo es raíz, es arrullo y
manta,
es sendero llano con retoños
nuevos,
es aquel regazo que guardó la
infancia,
es el niño libre deshojando sueños,
es aquella tarde de ocaso
tranquilo,
es aquel que somos aunque estemos
lejos.
Y las hojas caen, porque se
renuevan
siempre en el otoño,
se renueva el canto, la manta y el
beso,
el arrullo blanco del niño que
fuimos,
el susurro suave del viento sereno,
y el misterio vuelve, siempre
vuelve,.
porque se renueva el hechizo de
pueblo.
4 comentarios:
QUERIDA BEATRIZ, SENTIDO POEMA, CON UNA CADENCIA ESPECIAL. MI ABRAZO OTOÑAL.
Felicitaciones Bea. Genial como siempre. Un beso.
Es hermoso recibir una poesia en otoño.
Alicia
Bello! Cuanta verdad! Besos!
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