La primera: LOS CARLINGAS "SHAKESPIR SHOW", una obra musical enfocando las obras de Shakespeare con matices cómicos, sin dejar de respetar el valor de la obra y donde tanto chicos como grandes reían a carcajadas y "aprendían" un poco sobre el célebre escritor inglés. Un despliegue artístico de primera calidad, en contacto con el público en un vaivén de mensajes con los que el espectador se sentía identificado con el tema de la muerte, común en los dramas representados, llevando el show, en el final, a un publico coreando de pie junto con los artistas. Y dejando el mensaje final de disfrutar la vida.
La segunda: VOLVER A
MADRYN, tres actores con solo tres sillas, nos transportaron con sus
voces al sur del país, con el sonido del mar y las ballenas como fondo,
donde diferentes sujetos (muchos más de tres) se entremezclan en una
historia llena de drama, con matices policiales, dando lugar a la
comicidad para descontracturar cada tanto al público. Una obra donde la
atención debía estar centrada en seguir la trama para no "perder el
hilo" y conectar los personajes entre sí. El juego de luces fue el
complemento necesario para ayudar al espectador a identificar a cada uno
de ellos y a imaginar una escenografía que no fue necesaria para
desarrollar la historia.
La tercera: EL AMATEUR, la obra local como cierre de lujo. Pablo Mora y Marcelo Notta, demostrando que ya son actores consagrados, se destacaron sobre el escenario con una obra profunda y dos personajes intensos, que a pesar de sus carencias y dificultades, buscan continuamente un punto por donde escapar a la miseria cotidiana. Una obra donde también hay lugar para la comicidad, muchas veces desde un espacio irónico. El esfuerzo físico que demanda la obra es otro aspecto para destacar. Y el mensaje final nos conmueve y nos golpea, alertándonos que los sueños, aquellos que nos permiten seguir viviendo, deben tener lugar a pesar de todo.
La tercera: EL AMATEUR, la obra local como cierre de lujo. Pablo Mora y Marcelo Notta, demostrando que ya son actores consagrados, se destacaron sobre el escenario con una obra profunda y dos personajes intensos, que a pesar de sus carencias y dificultades, buscan continuamente un punto por donde escapar a la miseria cotidiana. Una obra donde también hay lugar para la comicidad, muchas veces desde un espacio irónico. El esfuerzo físico que demanda la obra es otro aspecto para destacar. Y el mensaje final nos conmueve y nos golpea, alertándonos que los sueños, aquellos que nos permiten seguir viviendo, deben tener lugar a pesar de todo.
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