Que me urge de un diluvio de violencia,
esta tempestad que aplastó la convivencia
en un pueblo perdido, aletargado.
Siento urgencia de unir lo separado,
de contaminarme con verbos de ternura
que aniquilen todas las locuras
que salpican este mundo atormentado.
Tengo prisa de un aire depurado,
de un cielo sin chantajes ni amenazas,
de árboles libres, niños sanos,
de suelos inmunes a las armas,
de aguas cristalinas, trasparentes,
que espejen la riqueza de su fauna,
de tierras fecundas, promisorias,
sin grietas que lastimen sus entrañas.
Temo que no alcancen los intentos,
que no surjan todas las palabras,
que no basten todas las urgencias,
temo que, como otros, llegue a acostumbrarme.
Y este temor de contagiarme,
me recuerda que aún siento la prisa
de arrancarme esto que me asfixia
porque temo que mañana sea tarde.
No sea cosa que queden las esquirlas,
que ya no encontremos los fragmentos.
Entonces… ya no habrá una razón para mi prisa,
ni habrá un buen final para mi cuento. Basado en "Tengo prisa" - Publicado en el libro de la autora FOTOGRAFÍAS DEL ALMA- Edición de autor- (Rafaela- 2011)
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