Querido Papá Noel:
Tengo dos cosas
en mi corazón para vos: Una es darte y otra es pedirte.
Deseo regalarte
un cuenco lleno de esperanzas. Lo he pintado de verde, con un verde brillante
que me regaló la estrella . Y le he puesto mucha fuerza para que nunca nos
faltes, para que la ilusión de los niños no deje de acompañarte cada día,
trayéndonos en la Nochebuena, todo eso que juntaste durante el año y dejarás
alrededor del arbolito de cada casa.
Deseo pedirte
cosas simples, pero imprescindibles…que tengamos el perdón a flor de labios,
que no nos sea esquiva la felicidad, la amistad, la unión, que podamos pensar
en el otro, que nuestras familias estén bien y juntos, con salud y sin que se
vaya ni uno más.
Que todo
esto, ocurra en cada lugar del planeta. Porque los tiempos que vivimos nos han
demostrado que el mundo globalizado nos abarca a todos.
Y por si
fuera poco, aunarnos en el deseo de que la pandemia pase, y que traigas luz a
las familias, respiros en el alma, y una oración por los que partieron.
AUTORA: Virginia María Amado
La Plata (Buenos Aires- Argentina)
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