Cada persona
brilla con luz propia
entre todas
las demás.
No hay dos
fuegos iguales.
Hay fuegos
grandes y fuegos chicos
y fuegos de
todos colores.
Hay gente de
fuego sereno
que ni se
entera del viento,
y gente de
fuego loco
que llena el
aire de chispas.
Algunos
fuegos, fuegos bobos
no alumbran
ni queman;
pero otros
arden la vida con tantas ganas
que no se
puede mirarlos sin parpadear,
y quien se
acerca, se enciende.
De "El
libro de los abrazos"
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