Febrero 2024
Querida Julia:
¿Cómo perder esos momentos que nos regala la vida? Ayer hicimos barquitos de papel. Llovió todo el día y la calle se llenó de agua. Estábamos en las sierras y allí, las calles se convierten en ríos urbanos que arrastran lo que el cielo descarga en las montañas. Entonces, buscamos unas revistas viejas, y las doblamos hasta lograr la forma deseada de un barquito mágico que, con la complicidad de la pendiente, llegaría al océano y quizás, a alguna isla desconocida. Cruzamos la calle y nos agachamos en el cordón de la vereda, por donde la corriente de agua dejaba una profundidad adecuada para que nuestro vehículo acuático transitara. Enseguida empezó a deslizarse y a alejarse cuesta abajo. Debimos ayudarlo a sortear algunos obstáculos que normalmente no están en los ríos, como las ruedas de los autos estacionados, pero luego volvió a tomar velocidad hasta alcanzar la esquina y perderse. Lo seguimos con la vista hasta que pudimos, y se llevó nuestra tarde lluviosa de verano...
Y como diría Serrat: “son aquellas pequeñas cosas, que nos deja un tiempo de rosas…”
1 comentario:
Hermoso relato y hermosa experiencia...
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