Se
fue regando naranjas delgadas
con
los pies en nunca o en hasta
como
una lluvia de signos perdidos,
un
arrepentimiento de luz
que
no podría dejar raíces.
Tenía
una sola oportunidad de horizonte,
algún
vuelo fuera de tiempo,
escapado
de un antiguo canto,
habría
cambiado el sepia
por
una poco ambiciosa escala de colores
que
no se soñaba arco iris.
Por
los ojos de los gritos
del
abandono y de las manos solas
permitió
que la sombra
desprendida
se
alargue hacia el este del oeste.
Si
el silencio es falta de luz
está
esperando un coro de brillos,
una
casa de bebés de soles,
la
insinuación de horas
que
cantan
cuidándose
de pisar semifusas
silenciadas
en la alfombra de colores sin destino.
Ese
sol hacia adentro
que
se recuesta en la mano
redondo,
como un ojo de tiempo,
cuadro
cambiante y cercano
parece
pintar una sensación:
¿no
debería llamarse acaso?
Hugo Borgna nació en Rafaela el 29 de abril de 1945. Practica la escritura desde los diez años, en solitario y alentado por su maestra de los dos últimos años de primaria. Desarrolló la narrativa en forma de cuento corto hasta hace dos años, en que comenzó a intentar con la poesía. Fue libretista de radio, presentador de televisión, fundador de una revista de interés general que ya no circula “Actualidad”. Obtuvo premios por sus cuentos en concursos de la ciudad, la región y la ciudad de Buenos Aires. Escribió “Motivos y Soledades” , “Intenso” y “Cuentos meticulosamente elegidos…por su autor”; otros trabajos se hallan publicados en antologías nacionales. Frecuentó desde siempre círculos literarios. Es presidente de E.R.A, Escritores Rafaelinos Agrupados.
1 comentario:
Hermoso poema, me dejó pensando "ese sol hacia adentro que se recuesta en la mano.."
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