Tan sólo con un paso
comienzo a recorrer cualquier sendero.
Otro paso, y otro más,
y atrás van quedando mis pisadas,
suprimo lejanías,
ahogo las distancias,
cruzo puentes de colores,
atravieso riachos,
y mis pasos mojados
van dejando las marcas,
bosquejando la senda de la vida,
montando la razón en pentagramas.
Las señales confusas
me sugieren atajos
que cruzan y convergen,
que llegan y se apartan,
carreteras absurdas,
cercos, muros y vallas,
entonces de repente,
interrumpo la marcha,
me detengo y vacilo,
si el pueblo o el desierto,
si el llano o la montaña,
si el silencio o el ruido,
me detengo y pregunto
¿adónde va el camino?
y los surcos gastados,
los pasos inseguros,
entorpecen mi ruta
de eterno peregrino,
y a pesar de lo ignoto,
a pesar del misterio
que ofrece el recorrido,
yo cargo en mi bagaje
contadas utopías,
retratos necesarios,
aromas y sonidos,
a veces voy juntando
las luces y las sombras
a través de mi viaje,
las archivo en renglones,
las exhibo en estantes,
o las guardo en bolsillos.
Y en un puño apretado
recojo las huellas y vestigios,
conservo el júbilo final de las jornadas,
el esfuerzo de mis pasos
y la innegable finitud de mi camino.
1 comentario:
Una maravilla este poema....
Bien merecido tu premio , Bea
Alicia Borgogno
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