Sólo quería aclarar algunas
cosas y que queden sentadas antes de comenzar. Compartiremos el espacio diario
y estaremos juntos andando hacia una misma meta. Pero vos vas a estar de un
lado y yo del otro. En realidad, no sé si tu objetivo es el mismo que el mío,
pero de lo que sí estoy seguro es que marcharemos juntos en la tarea.
Deberás
seducirme, no lo dudes. Porque para que yo te siga, tendrás que atraerme y
hacer que yo me interese en lo que me cuentas. Y eso se logra sólo con una
cuota de seducción que no cualquiera tiene. Pero eso, vas a demostrarlo
solamente si sos capaz de involucrarme. Vas a tener que aplicar métodos y
técnicas variadas para que no me aburra, disfrazar situaciones, hacerme creer
que estoy jugando y lograr que yo disfrute cuando me estás probando. En cierto
sentido vas a tener que actuar, como cualquier actor en escena, estudiando tu
libreto para cautivar al público. Porque yo voy a ser tu público. Sí, nos
evaluaremos mutuamente. Porque la evaluación que me tomes será también tu
evaluación. Y solamente habrás tenido éxito cuando el resultado demuestre que yo
entendí y sé cómo aplicar los contenidos en las situaciones concretas. Los
malos resultados generales también serán tu falla, porque querrá decir que, o
no supiste explicarnos, o no te entendimos, o estás evaluando de una manera
diferente a cómo nos enseñaste. La evaluación que tomaste el año anterior no
siempre se adecuará al grupo actual. Entonces deberás cambiar. No tengas miedo
de cambiar, ni de equivocarte. Entenderé si debes buscar información para la
próxima clase porque no podés saberlo todo. Por eso, prefiero que no me mientas,
así no te perderé el respeto.
También necesito que seas
justa conmigo, que valores mis esfuerzos, mi responsabilidad y mi compromiso,
que corrijas mis errores para que no los vuelva a cometer y mantengas tu
palabra. Tu palabra es muy importante, no lo olvides. Si me encomendaste algo
para hoy, pero la mayoría no lo hizo, no lo dejes pasar. Por lo del respeto,
viste.
Te pido también, que no te tiemble el pulso
para darme un premio o un castigo. El premio justo será un estímulo seguro para
mí, y el castigo será un llamado de atención que no olvidaré. En ambos casos lo
entenderé, aunque me duela lo segundo. Y aprenderé de ello, no lo dudes. Pero
también deberás estar segura que el falso premio no dará resultado, y será una
mala señal de tu parte.
Por último, te recomiendo
que no me impongas miedo, sino respeto, porque será la única forma que yo
valore lo que estás haciendo. Y algo fundamental, que tampoco me impongas tus
ideas, sobre todo las políticas, porque me estarás haciendo mucho daño y eso te
degradará, no lo dudes. Porque demostrará que no eres capaz de mostrar la
realidad sino de disfrazarla como a vos te convenga.
Será un camino arduo en el
que nos deberemos tener paciencia recíprocamente. Sé que te recordaré solo si
fuiste justa, honesta y si demostraste pasión en lo que haces, que además, es
lo que elegiste hacer.
Con
afecto,
Tu alumno
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