Por el sabor de los turrones de la infancia, que aún llevamos escondidos en un
rincón de nuestra boca.
Por las luces de los fuegos de artificio que iluminan la niñez que quedó atrás.
Por las voces que quedaron en los patios, en las veredas, prendidas a los árboles de las calles, festejando una Navidad o recibiendo un nuevo año. Por los lugares en las mesas, que fueron mutando, porque la vida sigue su camino.
Por el último beso del año que termina o el primero del año que comienza, que tiene un sabor especial.
En definitiva, por los contrastes de tristezas y alegrías, finales y comienzos.
Por todo eso, recibamos este nuevo año con más turrones, con nuevas luces, uniendo las voces en las calles y con un beso de esperanza cargado de paz. Feliz 2019 para todos...
Por las luces de los fuegos de artificio que iluminan la niñez que quedó atrás.
Por las voces que quedaron en los patios, en las veredas, prendidas a los árboles de las calles, festejando una Navidad o recibiendo un nuevo año. Por los lugares en las mesas, que fueron mutando, porque la vida sigue su camino.
Por el último beso del año que termina o el primero del año que comienza, que tiene un sabor especial.
En definitiva, por los contrastes de tristezas y alegrías, finales y comienzos.
Por todo eso, recibamos este nuevo año con más turrones, con nuevas luces, uniendo las voces en las calles y con un beso de esperanza cargado de paz. Feliz 2019 para todos...
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