POESÍA. NARRATIVA. INFORMACIÓN LITERARIA. CONCURSOS. AUTORES CLÁSICOS Y NÓVELES


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LIBROS PUBLICADOS POR LA AUTORA
(poesía y narrativa)
"DE LOS HIJOS" (2014)- Ediciones Mis Escritos (Bs. As.)

Rincones y Acuarelas I (Poesía) -2019- La Imprenta digital (Bs. As)

Rincones y Acuarelas II (Narrativa)- 2019- La Imprenta digital (Bs. As.)

Los encontrarás:
En Rafaela (Santa Fe): en Librerías "EL SABER", "PAIDEIA" y "FABER".
En San Francisco (Córdoba): en Librería "COLLINO"
y en otras librerías del país.

viernes, 31 de julio de 2020

"La casona abandonada" (por Beatriz Chiabrera de Marchisone) TALLER VIRTUAL 5


     La muchacha pasaba caminando cada mañana por esa misma vereda, la de la casa abandonada. Era una gran mansión señorial del siglo XIX,  con ventanales altos, aunque ya sin vidrios, que alentaban a las malezas a entrar sin pedir permiso.

     Pero un día, la joven se detuvo, al escuchar el sonido de un piano que, aparentemente, provenía del interior. Miró por entre la verja de entrada, pero no percibió movimiento alguno; sin embargo, la melodía se seguía escuchando. Continuó caminando lentamente, hasta alcanzar la esquina y dobló, para ver si del otro lateral divisaba algo. Pero nada. Ella sabía que hacía décadas que nadie habitaba ese lugar. Pero también sabía de los rumores de ruidos extraños escuchados en algunas ocasiones. Decidió entrar para verificar qué estaba ocurriendo; era una aventurera innata y no se perdería la oportunidad. Volvió sobre sus pasos a la entrada principal, una gran puerta de hierro verde oxidado, la empujó y ésta se abrió inmediatamente. Luego, subió los escalones que conducían a la puerta de ingreso y accionó el gran picaporte que, en un tiempo, debió haber sido dorado; se desconcertó al ver que también estaba abierta. Ya desde el hall de acceso, donde una importante escalera de mármol dominaba el lugar, podía ver que la casa literalmente se venía abajo; las paredes descascaradas, las telarañas colgando, escombros por doquier…  Pero algo llamó su atención: la melodía que escuchaba, provenía desde otro sitio, detrás de una puerta doble que empujó sin dificultad. En el instante que cruzó el umbral, la música se detuvo, y pudo ver un vasto salón con un piano que se destacaba entre las ruinas. Cuando se acercó, descubrió una partitura sobre el atril, una rosa roja recién cortada, y una copa de vino volcada, como si alguien la hubiera dejado allí solo un momento atrás. La imagen era insólita en medio de la decadencia de la mansión. Asustada, salió corriendo, y decidió regresar a su casa.

   Esa noche, buscó información sobre la pieza musical que había encontrado sobre el piano; era una sonata compuesta por Rudolph de Weber, a mediados del mil ochocientos. Se acostó pensando en la situación; quizás era su imaginación, en la ciudad había muchos de esos palacetes de principios del siglo pasado con misterios detrás.  Sin embargo, tuvo un sueño que la perturbó aún más. Ella se encontraba en ese mismo salón, el del piano, con un vestido de época, acompañada por un apuesto caballero que, mientras tocaba, la miraba embelesado. Las notas invadían el lugar, y ella se sentía embriagada de felicidad. La melodía era la misma que ella había escuchado en la casona. Alrededor suyo, otras parejas danzaban disfrutando de la fiesta, que parecía ser muy importante. De pronto, el apuesto hombre dejó de tocar,  cogió una rosa que estaba sobre el piano y se la obsequió. Ella la tomó por el tallo y una espina rozó su pulgar, produciendo una herida sangrante. El hombre besó su dedo lastimado y le dijo: No permitas que la destruyan… mientras secaba la sangre con un pañuelo blanco que había extraído de su bolsillo.

   La joven despertó con una sensación muy extraña, y con algo que no podía explicar: su dedo estaba sangrando. Las dudas la invadieron. ¿Qué había querido decir con esa frase? Esa misma mañana, se dirigió a la mansión buscando respuestas, pero la zona estaba cercada, y no permitían que nadie se acercara a la vieja construcción. Ella se abrió paso entre la multitud hasta llegar a un grupo de hombres que, aparentemente, estaban a cargo del operativo.

   Allí le informaron que demolerían la casona para construir una torre de departamentos, que la misma había pertenecido a un famoso pianista austriaco que se suicidó por un amor no correspondido, dejando sobre su piano una sonata escrita para su amada, una rosa roja, y una copa de vino con veneno, que había sido el causante de su muerte.   

   Ante esta situación, ella preguntó si podía entrar, alegando que el día anterior había estado allí, y había visto el piano, la rosa y la copa. Eso era imposible- le dijeron- ya que la casa estaba completamente vacía y sin mobiliario desde hacía años, y nadie había encontrado ningún piano, ni la rosa, ni la copa de vino… Lo único que hallaron al entrar, fue un pañuelo blanco con manchas de sangre fresca.

AUTORA: Beatriz Chiabrera de Marchisone
Clucellas (Santa Fe- Argentina)

martes, 28 de julio de 2020

"Conociendo la historia de un verdadero tesoro" (por Hilda Olivares Michea) TALLER VIRTUAL 6



¡Ya jóvenes! a sentarse

Movimiento de sillas que se arrastran- Buenos días

-          Buenos día repiten los alumnos en coro

-          Hoy nos visita la señora Tesorera del centro de padres y apoderados de la Escuela y conversaremos también con el presidente de curso sobre el viaje de estudios que haremos a Lebu al finalizar el periodo escolar, hay que recordar que ustedes pidieron conocer el Sur.

-          Y ¿dónde es eso profesor?

-          Buena pregunta; LEBU es capital de la Provincia de Arauco en la Región del Bio Bio, en lengua Mapuche (Mapudungun) Leufu o leuvu significa río, deben tener presente que aparte de encontrarnos con grandes paisajes, también repasaremos sobre historia y geografía de Chile.

-          Pero si nosotros queremos experiencias de piratas y tesoros.

-          Las tendremos, nuestro destino en Lebu es a las cavernas o cuevas de Benavides, con una altura sobre los 30 metros sobre el nivel del mar, es un mudo testigo de las correrías de uno de los personajes más controvertidos en los albores de la patria. Cuenta la Historia que este soldado se pasó de las huestes patriotas a las realistas leales de la monarquía española, durante la batalla de Maipú (5/4/1818), fue tomado prisionero y fusilado, sin embargo, las balas apenas rozaron la piel y se ocultó durante 7 meses. El General San Martín le otorgó perdón, siendo asignado como oficial en las huestes patriotas. El estratega argentino le confió a Benavides la misión de internarse en la Araucanía para terminar con los realistas. Para no cansarlos, y porque repasaremos la historia en el lugar mismo, contaré cómo se yergue esta leyenda. Se tejieron muchas leyendas sobre el despiadado montonero. Viéndose acorralado por sus perseguidores, llegó hasta la playa de Millaneco, en la región del Bio-Bio, y ocultó su botín, que consistía en oro y plata, en una caverna al norte del río Lebu. Una vez escondido su tesoro, acabó con la vida de sus ayudantes  para asegurar el secreto de su fortuna, pero su fuga intempestiva le impidió llevarse el botín al morir. Coincidentemente, un gran sismo ocultó para siempre las grutas; desde ese momento el espíritu vaga en busca del tesoro.

-          Yo recuerdo haber leído cuentos sobre piratas y mapas cuando era pequeño, y este no lo es.

-          Bueno, buscando en los datos históricos y la literatura me doy cuenta que fue una incesable búsqueda. Los piratas y corsarios, intrépidos marineros, buscaban tesoros por el mundo y a punta de pala y picota y provistos de un mapa, más algunos datos vagos conseguidos en torno a un vaso de vino y la embriaguez.  Y continúa siéndolo, en este siglo, por las costas de Chile, más modernos obviamente, hoy con explosivos, máquinas excavadores y retroexcavadoras, fotos satelitales, drones, bastón busca minas. Pero déjenme decirles que no todos los que tienen pistas vayan derribando cuevas o escarbando la tierra por doquier, deben solicitar una autorización en el consejo de monumentos nacionales- CMN- para iniciar la búsqueda de un tesoro en territorio Chileno, son requisitos legales.

-          Y ¿para qué?

-          Porque se debe verificar si en el perímetro de la excavación pudo haber habido un asentamiento humano, un cementerio indígena, si hay existencia de pictografía, geoglifo o petroglifo, o poseer ahora flora endémica. Se preserva el patrimonio.

-          ¿Dónde están escondidos los tesoros?

-           Dicen que en Guayacan, la pampilla de Coquimbo, sueñan con encontrar el tesoro escondido de Sir Francis Drake. En el Archipiélago de Juan Fernández, en la Isla de Robinson Crusoe, En Arica, Mejillones, Temuco, Puerto Montt, Punta Arenas, Maullin, Temuco, Chiloé, y por toda la costa de Chile. Pero déjenme decirles también que todo país está plagado de leyendas, mitos y tradiciones, fabulosas riquezas coloniales y de piratas y, por otra parte, contar estas historias es con la idea de un atractivo turístico comercial; si ahora vamos a las cavernas de Benavides es porque está documentado en los libros de historia de Chile ¿Estamos de acuerdo jóvenes?

-          De acuerdo Profesor - responden a coro.

-          No olviden llevar ropa abrigada y gorros, Lebu es conocida como la ciudad de los vientos. 

AUTORA: Hilda Olivares Michea
Chañaral (Chile)

"La escena de muerte" (por Laura Romero) TALLER VIRTUAL 5


 Así se detuvo la escena en su mente.

Una foto inerte; colgada en sus pupilas.

  Así fue ese amor: pendiente…

como esa canción soñada de la adolescencia

que otra vez la burlaba y se reía.

 

  No podía hablar.

Su mirada embalsamada sólo se regodeaba

en esa imagen clara, de ilusión y espinas…

 

…rosa de mentira que cantó a su oído

partitura fría que su piel heló,

como una sirena que encanta su canto,

palabras bonitas ella le creyó;

rosa roja que ella ingenua…

siempre había esperado y él nunca le dio.

 

…copa burda y cómplice que ahora caída, desnuda y vacía,

como sus burbujas se desvaneció;

los labios de ella saboreó sin pena

que entonaban tontos la clave de sol,

y embriagó jugosa inocentes notas,

mas el frío del piano fue y la despertó.

 

  Copa de Pilatos… hoy te escondes roja,

pero tu vergüenza ya te delató.

  Copa encantadora… hoy te mueres sola

junto con tu rosa que de amor mintió.

AUTORA: Laura Romero
Rafaela (Santa Fe- Argentina)

¿Será? (por Nilda Celeste Fux) TALLER VIRTUAL 5



Será tu recuerdo, será mi nostalgia

Será ese sonido que envuelve mi alma

Será la distancia que trajo tu olvido

Será tanto sueño soñado contigo.

 

Serán quizás esas notas

Que traen cerca tu presencia

Un amor ya del pasado

Melodías en tu ausencia.

 

Será que la vida no tiene reparo

En darnos momentos efímeros vanos

Que calan profundo y criptan retazos

De afecto, armonías, pasión y partida.

 

 

AUTORA:  Nilda Celeste Fux

Rafaela (Santa Fe- Argentina)

TALLER VIRTUAL 5

lunes, 27 de julio de 2020

"Piratas en apuro" (por Olga C. Schmidt) TALLER VIRTUAL 6


   Habían tenido un accidente. El barco estaba seriamente dañado y no podían continuar.

      Enfilaron hacia la isla que tenían a la vista. Conocían la historia de un acaudalado señor y su familia que la habitaban, pero quienes pasaban largas temporadas en la ciudad.

   Vieron a lo lejos una inmensa construcción de paredes blancas, con techos rojos y todo el lujo que se podían imaginar.

   La embarcación en la que se  trasladaban había empezado a llenarse de agua. Así que decidieron abandonarla cuando todavía faltaba un buen trecho y llegar nadando.

   Eran cuatro hombres forzudos y acostumbrados al mar.

   Recogieron algunas cosas que pudieron salvar y comenzaron a deslizarse por el agua.

   Pero no les fue fácil. Lucharon varias horas y al final lo lograron sólo dos de los piratas.

Yack y Will se asomaron a la orilla y con precaución tocaron tierra firme.

   Al no ver movimiento alguno sospecharon que el enorme edificio estaba deshabitado.

   Se  encaminaron en silencio hacia el lugar y así pudieron comprobar que por allí no había nadie.

   Era una mansión imponente, con muchas habitaciones, pisos superiores y hermosos ventanales. Se enmarcaba en medio de un parque tapizado de verde.

   No tuvieron muchas dificultades  para forzar una de las puertas y entrar.

   Quedaron deslumbrados. El lujo brillaba por todos lados. Los cortinados de terciopelo eran una belleza. Muebles antiguos, pero exquisitos, lujo por todos lados.

   Cuando pudieron salir de su asombro comenzaron a revisar el lugar. Primero debían encontrar comida…¡Vaya si la había!, en la cocina y otros depósitos.

   Descansaron cómodamente eligiendo algunas de  las muchas camas que había en los dormitorios.

   De  día se dedicaban a recorrer la isla y prepararse con los elementos que allí encontraban, una embarcación que los pudiera llevar a sus hogares.

   Pero  luego de unos días de tanta paz y bienestar divisaron, que a través del mar, llegaban visitas. Corrieron a esconderse y se dieron cuenta de que eran los dueños.

   Ellos bajaron por los pasadizos que ya habían inspeccionado y se encerraron en el sótano; varios metros bajo tierra.

   Era un lugar terrible, con moho y suciedad… Apenas un ventanuco en la parte superior les permitía algo de aire. El sitio estaba lleno de ratones y murciélagos. ¡Puafff! Qué asco.

   Debieron esperar hasta la noche para buscar comida.  Además aprovechaban cuando dormían los demás habitantes  para seguir fabricando su precaria embarcación.

   Una noche que Yack subió para ir a la cocina, por poco se encuentra con uno de los muchachos que se levantó para tomar un vaso de agua.

   Cuando volvió a su escondite le contó a Will y acordaron que debían irse cuanto antes.

     Dos noches después subieron en silencio, cargaron sus alforjas con víveres y además no perdieron oportunidad para alzarse con varios objetos de valor.

   Sin hacer ruido ganaron las sombras y se internaron en el tupido follaje donde se encontraba la balsa.  Se alejaron de la orilla y navegaron hacia la costa contraria.

   Después de muchas horas y ya agotados, vieron una línea en el horizonte y aves que sobrevolaban Pero la alegría no duró mucho. Allí los estaba esperando la policía, ya que el dueño de la isla había denunciado el robo de sus pertenencias. Y así Yack y Will terminaron en la cárcel. 

AUTORA: Olga C. Schmidt
Rafaela (Santa Fe- Argentina)

"El tesoro de Peor Pata" (por Sonia Martínez) TALLER VIRTUAL 6


Una noche muy oscura, negra como los ojos del diablo, el pirata Mala Pata salió de la taberna donde bebía unos tragos para olvidar sus penas, y se encaminó hacia el barco que lo esperaba anclado en las frías aguas del océano.

Se llamaba Mala Pata porque un día, estando muy borracho, metió la pata en un hormiguero y salió gritando y saltando como loco. Cuando sus compañeros le preguntaron qué le pasaba, él gritó: ¡Mala Pata, mala pata!, y desde allí le quedó su nombre.

Le rendía honores a su apodo, siempre andaba metiendo la pata donde no debía, un día se equivocó de barco y fue a parar a una barcaza vieja y abandonada donde los peces se habían refugiado de la tormenta. Ocurrió entonces que los peces, en su loca carrera para escaparse del pirata a quien creían su enemigo lo chocaron y mordieron por todos lados, resultó que una de sus patas fue la más mordida. Su hermosa bota fue destrozada y otra vez tuvo que soportar la mirada burlona de sus camaradas diciéndole: ¡Ay, Mala Pata! ¡Mala Pata!

Ya cansado de que se burlaran de él todo el tiempo decidió que cambiaría su destino. No bebería más …en la misma taberna que sus amigos… ¿Qué pensaron? ¿Que Mala Pata iba a dejar de beber?

¡No! Solo cambió de taberna. Ahora iba a una más elegante, donde los vasos estaban más limpios, donde junto con la cerveza le servían unos manicitos exquisitos. Esa noche se marchó muy feliz, pero se equivocó de camino.

Para llegar debía atravesar un bosque de gigantes árboles que se mecían enfadados con el viento que los atosigaba arrancándole la paz desde sus entrañas. Pero ocurría que había dos bosquecillos enclavados justo en la cruz del camino, uno al Este y el otro al Oeste. Mala Pata debía tomar el del Este, pero su borrachera le cambió el sentido al horizonte y se encaminó por el del Oeste.

El sendero entre los árboles daba un giro a la derecha y desembocaba frente a una oscura y tétrica cueva. Los caminantes debían sortearla, saltando por encima de las rocas que oficiaban de techo de la misma. Cuando el pirata quiso saltar sobre la cueva, unos ojos rojos lo detuvieron mientras un espeluznante aullido le caló los huesos. Sin pensarlo dos veces sacó su puñal y entró a la cueva dispuesto a despanzurrar al malvado ser.

Allí entremezclado con una tenue luz mortecina que ingresaba por el frente y la oscuridad malsana de la cueva, se presentó ante él, el hombre lobo más grande que había visto en toda su vida, y eso que había matado a muchos monstruos, pero como aquel ninguno.

Arremetió contra él y en la primera estocada Mala Pata quedó revolcándose en el suelo, pero se dio cuenta que lo había ensartado por el líquido viscoso que bañaba su puñal.

El salvaje hombre lobo salió aullando de la cueva, dejando, en el piso de la misma, una mochila.

Mala Pata se acercó sigiloso por temor a que hubiese otro animal, pero al ver que estaba solo en el interior de la cueva, comenzó a sacar las cosas del bolso y a arrojarlas al suelo. Entre ellas, un papel le llamó la atención, era un mapa.

Mala Pata lo sentía en sus tripas, no era hambre, era la sensación de que su destino había cambiado. Observó más de cerca el mapa, tenía un sendero marcado con cruces y al final del mismo el dibujo de un cofre. ¡Por supuesto! Era el mapa del tesoro del Pirata Peor Pata.

Peor Pata había sido un pirata muy conocido justamente por meter siempre la pata donde no debía, sin embargo, se contaba que había robado un gran tesoro al Rey, y que aún después de su muerte nunca se había encontrado.

Era la gran oportunidad de su vida. Encontraría el tesoro de Peor Pata y buscaría a su doncella para casarse y formar una familia.

Trepó rocas, cruzó ríos, luchó con animales salvajes, despellejó un tiburón, arremetió contra las olas del mar embravecido y al final llegó al lugar donde se ocultaba el tesoro.

Lo desenterró y allí, frente a sus asombrados ojos, quedó el viejo y destartalado cofre con sus tesoros. Lo abrió y quedó deslumbrado por el brillo de la primera capa, joyas y oro en polvo, continuó escarbando y comenzó a encontrar muchos papeles escritos.

Un poco desahuciado por el hallazgo decidió llevárselo a su bella dama, ya que él no sabía leer. Su doncella se emocionó al verlo llegar con el cofre al hombro y juntos comenzaron a contabilizar el tesoro descubierto.

Mala Pata estaba triste, pensaba que su novia se iba a enojar cuando viera que debajo solo había papeles, ¡pero no fue así!

La joven comenzó a leer en voz baja los carteles y a suspirar y agradecerle por tan hermoso regalo.

Mala pata no entendía nada. Entonces preguntó: ¿Qué dicen los papeles?

La joven doncella leyó: AMOR, TESORO, PASIÓN, SOLIDARIDAD, COMPASIÓN, PAZ, LEALTAD.

_Estos son algunos de los papeles que has encontrado, el tesoro más grande del mundo, Mala Pata_ dijo la joven-_Es lo más hermoso que me podrías haber regalado.

Y juntos fueron felices por siempre.

¿TE ANIMAS A ESCRIBIR OTROS MENSAJES POSITIVOS PARA MALA PATA Y SU DONCELLA?

AUTORA: Sonia Martínez
Bell Ville (Córdoba- Argentina)

"Niño Pirata" (por Alberto Becerra) TALLER VIRTUAL 6



Infladas  están las velas.

Parecen enormes vientres

que  ponen tensas las cuerdas.

Nuestra bandera pirata

flamea  con tal orgullo,

se mira en olas tan altas

que enfrenta cual desafíos.

La búsqueda está iniciada

pues vamos por un tesoro

buen oficio de piratas.

Arriba, alto en la cofa

vigilando el horizonte

nuestro grumete Darío

ha pedido al capitán

trepar al palo mayor

para descubrir la costa.

Darío, niño mascota

del velero aparejado

que enfrenta todos los retos

de tormentas y combates.

Esa es vida de piratas

por tantos niños soñada.

¡Qué hablar de “pata de palo”

o esa orden tan ansiada

de: ¡Todos al abordaje!

¡Tierra la vista! ha gritado.

Están llegando a la isla

que está marcada en el plano.

 Ya Darío está soñando

con tesoros en sus manos,

después de contar los pasos

y a pico y pala cavando

encontrar al fin el cofre,

esa quimera soñada….!

AUTOR: Alberto Becerra

San Rafael (Mendoza- Argentina)


"El diluvio florido" (por Rusvelt Nivia Castellanos) TALLER VIRTUAL 5


Yo iba por una calzada de la ciudad infantil. Apreciaba los locales comerciales, yendo distraído. Estos se encontraban solitarios. No había patrones ni visitantes en sus adentros de extravagancia. Obvio, yo me extrañé ante esta novedad. Eran casi las tres de la tarde, sólo había un que otro paseante, caminando extraviado por las afueras.

Luego el cielo fue tornándose grisáceo. El ambiente se suspiraba frío y denso. Pronto, una llovizna navegó por los aires, cayendo suavemente sobre los árboles y regándose en el asfalto. Las gotas resaltaban plateadas. En cuanto a mí, volví a estar abstraído, pensaba en las fantasías de un pintor mágico. De libertad como vagaba por la calle, figuraba a solas las obras del artista a medida que las nubes comenzaron a tronar. Por cierto, yo iba rumbo al museo de arte, sin prestar cuidado a las esperanzas.

Sin embargo, cuando el rocío se convirtió en tempestad, tuve que refugiarme debajo de una cafetería con marquesina. Allí estuve entre el frío. Según lo sucesivo, vi que las gotas comenzaron a desvanecer las baldosas y el concreto y el metal. Eso los estallidos eran rítmicos. Daban sensación de regeneración. Ante tal sorpresa, quedé asombrado por lo que presenciaba. Parecía haberse desestabilizado la normalidad de los tiempos. El agua nos inundaba hasta las rodillas. Lo urbano, se quebró de súbito. Los pocos transeúntes, dejaron de correr, ellos se paralizaron en su espacio. Y unos conductores de automóviles armaron un trancón el berraco, todos se bloquearon por completo.

Ya sobre mi posición, sólo vi y escuché el salpicar lluvioso. Era como lacrimoso hacia lo armónico. El ruido sonaba como una sonata de piano. Aquel presente lo experimentaba en paz. Su líquido humedecía ya el barro fértil, creaba la bruma, que parecía emerger desde el fondo del mundo.

Minutos después, la ciela empezó a espejarse, sus nieblas se separaron para expandir los azules. De fraternidad con otras efusiones, fueron cayendo muchas semillas de flores, que provenían del infinito. Hacia lo fugaz, ellas reverberaron cuando tocaron tierra. En lo exuberante, engendraron un jardín por entre los edificios y las calles, labraron un paraíso colorido y perfumado.

Al cabo de esta creación, volví en mí, reanudé el destino por entre las otras personas sorprendidas. Más pronto que tarde, llegué al museo de arte y cuando ingresé a la galería, vislumbré una pintura igual a la de esta realidad.

 AUTOR: Rusvelt Nivia Castellanos

Ibagué- (Tolima- Colombia)

"El piano" (por Cristina Noguera) TALLER VIRTUAL 5



Sonaban en el piano de la abuela

Chopin, Bach, Beethoven.

Los sonidos perfumaban el living.

Hoy el piano está muy quieto

ella ha partido allá muy lejos.

El silencio inunda el espacio

empalaga como un licor añejo.

Las teclas solo nos regalan silencio

pintan el vacío de la ausencia.

AUTORA: Cristina Noguera
 
 Pergamino (Buenos Aires- Argentina)

sábado, 25 de julio de 2020

"Llanto de cristal" (por Nilda Alicia Vivas Goyenechea) TALLER VIRTUAL 5


(El amor que no pudo ser)


No soportaba la carcajada burlona de las teclas que el piano repetía cruel.

La copa de licor con gusto a hiel, hacía sentir su llanto de cristal.

Tomó en sus manos la rosa que se desangraba lentamente.

Todo destilaba dolor y la traición cruel de su destino.

Una nube quieta la envolvió en silencio.

Buscó el amanecer arañando la mañana.

La luna menguó su brillo.

Hay muerte en el piano, en la rosa y en la copa.

También murió el amor.

 

AUTORA: Nilda Alicia Vivas Goyenechea.

Rafaela (Santa Fe- Argentina)

TALLER VIRTUAL 5


jueves, 23 de julio de 2020

"El Pirata Malapata" (por Beatriz Chiabrera de Marchisone) TALLER VIRTUAL 6


En una isla sombría,

muy alejada en el mapa,

vive un pirata frustrado

al que apodan Malapata,

como el del famoso libro,

el que siempre fracasaba.

Desde chico él lo sabía,

siempre quiso ser pirata

y se compró un buen disfraz

en una tienda adecuada:

con botas de mosquetero,

pantalones de marino

y una casaca muy larga,

sombrero con calavera,

de esos con ala bien ancha,

y un fajín en la cintura

para enganchar una espada.

Aunque no era un pirata tuerto,

se puso un parche en el ojo,

y dejó crecer su barba.

Necesitaba un buen loro,

encontró uno en la plaza,

y en unos escasos días

le enseñó un par de palabras.

Y se miró en el espejo,

vio que algo le faltaba:

pata de palo y un garfio,

para ser un buen pirata,

mas él nunca había luchado,

ni en combates ni en batallas,

y tenía sus dos manos,

sus piernas estaban sanas.

Con su atuendo preparado,

se aventuró en un galeón,

y en internet buscó un mapa,

viviría en una isla

en el medio de la nada,

allí guardaría el oro,

sedas, monedas y alhajas.

Mas nunca logró el marino

perpetrar una emboscada,

ni robar en altamar,

ni secuestrar soberanas,

porque en sus venas no corre

sangre negra de pirata.

Entonces, lo decidió:

ancló en la costa su barca,

puso en la web un anuncio

de turismo en las portadas,

que incluye un tesoro oculto

para buscar con un plano

en la isla abandonada.

Y así transita sus días

el Pirata Malapata,

con su disfraz impecable,

su periquito que habla,

y sus amigos turistas

que le hacen compañía

en los fines de semana.


AUTORA: Beatriz Chiabrera de Marchisone
Clucellas (Santa Fe- Argentina)

miércoles, 22 de julio de 2020

"La ballena del pirata" (por Susana Solanes) TALLER VIRTUAL 6


  El señor Rudinolfo de Cantré y su ballena Arilinda, se llevaban muy bien. Se habían conocido tres años atrás cuando él viajaba por el Océano Índico y decidió hacerse pirata. ¡Ah, pero no era tan fácil la cosa! Por eso al principio no le fue tan bien, hasta que doblando por una isla, se encontró a la ballena y pensó en hacerla socia.

  -¡Sí, jefe!- Arilinda entendió perfectamente el plan y le pareció muy bueno porque así ella también se aseguraba una vejez tranquila.

  El negocio empezó a prosperar, por decirlo así porque el señor de Cantré era una persona muy fina y culta y nadie podía sospechar que era él quien desvalijaba los barcos de excursiones.

  Después cargaba todo lo robado en su barquito y se hacía a la mar. En el camino se encontraba con Arilinda y le tiraba todo a la boca, y ella contenta se lo tragaba. Cuando podían estar en peligro, marchaban juntos a la isla Ricaventura que él se había comprado.

  -¡Qué buena idea trabajar con una ballena!- pensaba don Rudinolfo –Así me ahorro combustible- Decía, mientras Arilinda largaba junto a un chorro de agua, anillos, trajes, cajas de seguridad, pianos de cola y autos de carrera, frente a la isla. Allí estaba construyendo su palacio, que por ahora le servía para guardar todo lo que robaba.

  Pero un día, después de tres años de enormes ganancias, sucedió algo terrible que puso en peligro la continuación de la sociedad con la ballena. Estaban recolectando todo lo robado en la playa, cuando Rudinolfo vio algo que lo deslumbró. Junto a un microondas y a los botines de fútbol del goleador sudamericano, había una corbata con una perla como prendedor. Pero no era la perla la que lo tenía fascinado, sino la corbata.

  En vano la pobre Arilinda seguía tirando en la playa objetos raros y costosos: un ombú enano, dos arañas de cristal con lámparas de bajo consumo, un juego de dormitorio con el gato siamés que dormía sobre la cama y no pudo escaparse a tiempo. A partir de ese momento, ya nada tuvo significación para el señor de Cantré. Sólo vivía para conversar y hacerle mimos a su corbata.

  La sacaba a pasear tres veces al día, la bañaba con su espuma favorita y la perfumaba con una loción especial que le había robado a un cantante de rock, muy popular en el Polo Norte. La sentaba en sus rodillas cuando desayunaba, la acomodaba en una reposera cuando él tomaba sol en la playa y la invitaba con pororó mientras veía televisión.

  Arilinda casi se enferma de tristeza y de indignación. Y la sociedad que habían formado, ¿dónde quedaba?  Intentó hacerlo reaccionar de varias formas: haciendo piruetas en el agua para llamar su atención, bailando cumbia de cabeza en la arena o escondiéndole el desodorante que él usaba. Nada resultó. Al contrario, día a día aumentaba su fervor hacia la corbata. Y la ballena, que se había encariñado con el señor Rudinolfo y con la tarea que realizaban juntos, se desesperaba al no encontrar la solución.

  Una linda mañana de verano, el señor de Cantré estaba conversando animadamente con la corbata en el balcón de su residencia. En ese momento pasó un avión y entonces ¡sucedió algo asombroso!: la corbata lo vio y partió volando hacia el cielo.

  -¡Traidora! Se fue sin siquiera saludarme, después de tantas horas compartidas y de tratarla con el mayor de los cariños- se lamentaba Rudinolfo.

  De la corbata, no se supo nada más. El señor de Cantré pasó de la furia, a la angustia y por fin, a la resignación. Una noche, al fin se acordó de su buena amiga Arilinda, que seguía siéndole fiel esperándolo en la costa. Cuando llegó, casi le da un ataque:

  -¡Arilinda! ¿Qué hacés en la arena? ¿Cuántos días hace que estás aquí? ¡Qué ingrato que fui, abandonarte cuando fuiste la única que me ayudó en mi vida aventurera. ¡No te mueras, ballenita! Te prometo que nunca más te dejaré sola.

  La ballena abrió un solo ojo, porque no tenía fuerzas para abrir los dos y solamente emitió un leve quejido en señal de despedida.

  -¡Vamos a volver al mar, Arilinda! Pero ahora devolveremos todo lo robado, porque del mal trago que pasé con esa horrible corbata, saqué algo bueno. Es mejor ser pobre y honrado que pirata. ¡Ayudame, Arilinda! No puedo hacerlo solo.

  Estas palabras fueron mágicas para la ballena. Pronto estuvo en el mar otra vez, acompañando a su jefe en esta nueva tarea. Claro que con tanto que habían robado no podían ser muy prolijos. Los ricachones no entendían muy bien  qué pasaba: al que le robaron el microondas, le devolvieron los botines del goleador de fútbol, al cantante de rock que triunfaba en el Polo Norte, le mandaron el corsé lleno de lentejuelas de una gordita, al capitán de un crucero por el Pacífico que le habían robado el timón del barco, le devolvieron la peluca pelirroja de una actriz holandesa.

  Él volvió a ser quien era antes de convertirse en pirata: Oscarcito Rivarola y a pescar  en su barquito por el río Paraná. ¿Y la ballena Arilinda, se preguntarán ustedes? Viaja junto a su jefecito asustando a los camalotes y a los moncholos, y por las noches recalan en alguna isla y recuerdan viejos tiempos. Entonces la ballenita larga un chorro de satisfacción, alto, bien alto, que toma distintos colores con las luces.

  Y la gente en la ciudad, cree que son fuegos artificiales.

AUTORA: Susana Solanes
Rosario (Santa Fe- Argentina)

martes, 21 de julio de 2020

Un "hasta luego" (por Claudia Fernández) TALLER VIRTUAL 5



Una rosa y una copa… así, como quedó en nuestro piano el día que te fuiste.

Una triste despedida que no nos dio tiempo a nada, ni siquiera a pensar que nos estábamos despidiendo.

Un “adiós”.

Un “hasta luego”.

Un instante en nuestras vidas. Vidas que eran tan unidas que a veces pensamos que éramos uno solo. Queríamos casi lo mismo, pensábamos casi igual, nuestras metas eran parecidas. Fuimos casi iguales, pero con las diferencias justas para hacer de nuestra pareja algo único, irrepetible, especial.

No habrá ya nadie como tú. No puede haberlo. Fuiste uno solo, nadie puede parecérsete.

Me quedan mis recuerdos: las melodías que escribías para mí, las sonrisas suaves con que me esperabas, tu perfume, tus palabras, tus caricias…

Me queda tu presencia, aunque no estés presente…

La muerte nos separó tan pronto.

Teníamos tanto aún por vivir.

Nos quedamos sin tiempo en un instante.

Esto no es un “adiós”, es solo un “hasta luego”. Sé que te encontraré en la otra vida para no volver a separarnos.

AUTORA: Claudia Fernández
Balcarce (Buenos Aires- Argentina)