POESÍA. NARRATIVA. INFORMACIÓN LITERARIA. CONCURSOS. AUTORES CLÁSICOS Y NÓVELES


Puedes pedir los libros de la autora al mail: beamarchisone@gmail.com (envíos a todo el país)

LIBROS PUBLICADOS POR LA AUTORA
(poesía y narrativa)
"DE LOS HIJOS" (2014)- Ediciones Mis Escritos (Bs. As.)

Rincones y Acuarelas I (Poesía) -2019- La Imprenta digital (Bs. As)

Rincones y Acuarelas II (Narrativa)- 2019- La Imprenta digital (Bs. As.)

Los encontrarás:
En Rafaela (Santa Fe): en Librerías "EL SABER", "PAIDEIA" y "FABER".
En San Francisco (Córdoba): en Librería "COLLINO"
y en otras librerías del país.

martes, 24 de diciembre de 2019

"Testigo"- Un cuento de Navidad (De la autora)


     Mientras estaba llegando, pude divisar una luz que inundaba el lugar. El tumulto dentro de la cueva me impedía ver con claridad; los animales estaban alterados por la situación y no obedecían las órdenes de los pastores que trataban de calmarlos y ubicarlos en algún espacio para que no molestaran.
     Yo tenía mi cabeza cubierta, como las otras mujeres que también iban llegando alertadas por los rumores. Todo era muy confuso y nadie sabía muy bien lo que estaba ocurriendo; me abrí paso entre los curiosos intentando acercarme un poco más. El resplandor seguía siendo muy potente y estaba centrado, como si estuviera dirigido a iluminar un punto determinado. ¿De dónde provenía esa luminosidad tan intensa en esa noche tan oscura de fines de diciembre? De pronto, los animales se calmaron y se acostaron sobre la paja que hacía de piso. Los hombres y mujeres presentes comenzaron a arrodillarse y allí tuve una perspectiva mucho más amplia de lo que estaba sucediendo. Había un hombre y una mujer, y en medio de ellos, un niño, envuelto en pañales. Todos mirábamos con asombro como queriendo descubrir la causa de nuestra presencia. Me dijeron sus nombres y que la mujer era virgen. ¿Virgen? Yo no los conocía. Pero la mayoría de los pastores que estaba con sus rebaños no se sorprendió. Algunos tuvieron miedo, aunque no lo confesaron. Lo sé porque pude escuchar lo que hablaban entre ellos. Contaban que se les había aparecido un ángel, anunciando ese nacimiento, y que ese niño sería nuestro Salvador, otros lo llamaban Mesías. Quedé estupefacta. Muchos profetas ya lo habían anunciado y no había ocurrido. ¿Por qué tenía que ser esto verdad? Sin embargo, una gran paz me invadió de pronto. Me arrodillé yo también y bajé mi cabeza, cuidando de que no cayera mi velo. Cerré los ojos y junté mis manos. Podía escuchar un silencio tan profundo que penetraba en mi cuerpo y lo transformaba; sentía una energía casi sobrenatural que no podía entender. Mi emoción me impedía volver a mirar, y corroborar lo que estaba ocurriendo. Yo también tuve miedo, como los pastores. Pero mi miedo se centraba en confirmar mi incredulidad.
     Pasaron unos pocos segundos cuando levanté la cabeza. Entonces miré. Allí estaba, en el pesebre, frágil pero lleno de luz. Ya no hicieron falta más palabras ni explicaciones. Entonces comprendí, como si yo también hubiera recibido un mensaje. Me levanté tratando de no hacer ruido, y me alejé para no perturbar la escena. No me creerán, pensé. Y ellos, la mujer, el hombre y el niño, también sufrirán exilio y rechazo. Se me llenaron los ojos de lágrimas con solo pensarlo.
     Emprendí mi regreso a casa, en las colinas, a contarles a todos lo que había visto. Noté que otros tantos hicieron lo mismo. Todos caminábamos con el paso firme llevando un recado para los que no habían estado allí. Cuando ya me encontraba bastante lejos de la cueva, me detuve y me di vuelta. Y la maravillosa luz seguía brillando en medio de la noche azul, como si ya nunca más fuera a apagarse.
 3er PREMIO – Familia Trentina de Rafaela (2017)  
   
Publicado en "Rincones y Acuarelas II"- La Imprenta Digital- Buenos Aires- (2019).                                                     

miércoles, 4 de diciembre de 2019

Presentación de "Rincones y Acuarelas I y II"- (de la autora)

El pasado Viernes 29 de Noviembre se presentaron los libros "Rincones y Acuarelas I y II" (de Poesía y Narrativa, respectivamente), con un gran marco de público, con intervención artística de Ceci y Fer Marchisone.






martes, 19 de noviembre de 2019

Prólogos de los libros "Rincones y Acuarelas I y II"




RINCONES Y ACUARELAS I (Poesía)
     Hay rincones y rincones. Los tuyos, los míos. Algunos son compartidos, otros son personales. También hay rincones de dolor. Pero los que quedarán prendidos a la piel serán aquellos que por tan simples, pasan desapercibidos. Y luego de un tiempo vuelven. Vuelven con fuerza a reavivar sentidos, a revivir momentos pasados y queridos. Algunos están pintados de acuarelas que aún matizan nuestra vida. Un aroma a tostadas por la mañana, una canción permanentemente escuchada en la adolescencia o el sabor de una fruta recogida alguna vez a la hora de la siesta, nos despiertan sensaciones que creíamos olvidadas. Te invito a eso, a saborear, a escuchar, a palpar esos rincones, y a pintarlos con las acuarelas de tu imaginación.
                                                              La autora.


RINCONES Y ACUARELAS II (Narrativa) 
     La producción de los cuentos, relatos y vivencias presente en este libro ha pasado por diferentes etapas a lo largo de varios años, según fueron apareciendo emociones, situaciones, recuerdos o disparadores que motivaron la escritura. Mientras algunos fueron escritos hace ya varios años, otros cuentan con solo unos meses de vida.
     Los “Rincones personales” podrían formar un único capítulo con las “Vivencias”, ya que ambos forman parte de experiencias vividas, pero por alguna cuestión que no podría explicar, me gustó dividirlos. Sin embargo, “La carrera de alfombras” y “Patronales”, son una mezcla de ficción y realidad,  donde hay una carga emocional muy grande con algunos puntos reformados que le dan el formato de cuento. En cuanto a las obras incluidas en “Rincones de ficción”, la mayoría es producto de la convocatoria de concursos literarios.
     En el camino de los concursos me encontré con algunos desafíos, como con “El último barrilete”, que debía contar con 50 palabras exactas, o la consigna de hacerle una entrevista a Martín Fierro.    
     Lo sobrenatural también aparece en algunos de los cuentos, como en el caso de “El faro”, “La picazón”, “Mi encuentro con Marilyn”, “La carta del altillo”, “Vecinos”, “Pensamiento” y “La mancha”, donde ciertas situaciones contienen elementos insólitos y fantásticos que violan las leyes naturales entendidas por el hombre. Con respecto a “Tiempo”, se podría decir que es una metáfora en su totalidad.
     También me he sumergido en primera persona en la historia con “Testigo” y “Sólo una noche de paz”, donde me pongo en lugar de los protagonistas, tratando de sentir y ver lo que ocurrió.
     Lo cierto es que mientras más leo, más corrijo, por eso he decidido publicar el material hasta ahora recopilado, para no quitarle ese toque de emoción que a veces lleva una obra terminada.
     Espero que el lector se sienta identificado con algunos de estos rincones. 
                                                            La autora. 

Serán presentados el viernes 29 de NOVIEMBRE de 2019 a las 20,30 hs.
Salón Cultural Biblioteca Bonini (Clucellas)  

jueves, 14 de noviembre de 2019

jueves, 7 de noviembre de 2019

"Yo estuve allí" (de la autora)



La imagen desgastada de un retrato
asoma de un pasado en blanco y negro,
y brotan los perfumes de la infancia
salpicando mis ojos
de húmedos recuerdos.
Aún late el corazón en la campana
que anuncia como un reloj cada recreo,
aún bulle el patio de la escuela
pintando el hechizo del encuentro.
Los niños irrumpen como abejas,
y ya no hay lugar para el silencio
se tiñe de franca algarabía,
de magia infantil, de instantes tiernos.
Yo estuve allí, en otro tiempo,
tejiendo rondas de colores
que aún rondan en mis sueños,
que atesoran espacios
colmados de payanas y de tejos,
de canicas y sogas saltarinas,
de un puñado de amigos
con sabor a travesuras clandestinas
en las tardes de invierno.
Yo estuve allí, en otro instante,
cuando había un aljibe,
que dejó paso al progreso,
la Aurora arrullaba mis oídos,
mis ojos buscaban la bandera
que acariciaba el cielo,
el sol dibujaba en las baldosas,
las luces y las sombras de los juegos,
y el viento se fundía con la risa,
que en letra cursiva,
se oía desde lejos.
Yo estuve allí,
y mi alma cobija todavía
el aire refrescante de colegio,
un verso repetido tantas veces,
el eco de la voz de algún maestro,
los sueños de tiza y de papel
que en aquellos rincones del patio
quedaron dispersos,
y un manojo de aromas y sonidos
guardados en bolsillos
de un guardapolvo viejo.

Publicado en "Rincones y Acuarelas I"- Editorial La Imprenta Digital- Buenos Aires- 2019

Taller de Poesía- Escuela 404 (Clucellas)

PERTENENCIA
Esta mañana, bien temprano, anduve por mi escuela; allí donde cursé mis 7 primeros años de educación formal. Ingresé al patio cubierto donde ya se encontraban los alumnos para entrar a clase y tuve la oportunidad de cantar la "Aurora" mientras un par de ellos izaba la bandera. "Alta en el cielo, un águila guerrera..."; mientras canto siento que aún me emociona la letra de esta marcha. El propósito de mi visita era un Taller de Poesía, así que entré a clase con un grupo de alumnos y las seños. Las aulas, esos espacios que albergaron a tantos clucellenses, hoy tienen pizarrones blancos para fibrones, aire acondicionado y calefacción y grandes televisores led; pero las baldosas cuadriculadas me recuerdan que yo ya estuve allí, sentada en bancos de madera, muchas veces compartidos.
En ese lugar de pertenencia hoy desarrollamos actividades literarias de este maravilloso género. Los chicos leyeron, interpretaron, escribieron y recitaron en un marco de orden y trabajo. Disfruté, recordé y me sentí como en mi casa.





sábado, 26 de octubre de 2019

"Títere" (De la autora)

Poesía homenaje a Javier Villafañe. Poeta, escritor y titiritero argentino.



Un muñeco de plástico y de trapo,
descansa en su caja de madera.

De vellón su cabeza inanimada,
su boca tiesa y sus ojos fijos,
desgarbada su figura articulada,
mezclada con las cuerdas y los hilos.
De pronto, una mano se desliza,
lo toma, lo levanta, lo acomoda con destreza,
el aspa de mandos está lista,
el corazón inerte cobra vida
y el muñeco levanta la cabeza.
Con movimientos torpes, primitivos,
se desplaza en el retablo con soltura,
el personaje se adueña del espacio,
camina, llora, ríe
y con una reverencia nos saluda.
La voz chillona de la marioneta
se convierte, de repente, en un hechizo,
el público lo mira embelezado,
aplaude, se divierte con sus mimos.
Las piernas y las manos obedecen,
al hombre detrás del mecanismo,
su espíritu enciende la ilusión,
y una brisa encantada llena el alma
de los grandes y los chicos.
La historia se vuelve entretenida,
y la función se llena de colores,
habrá sido una velada inolvidable,
actuada por los mágicos actores.

Y en el final,
el telón se cierra
y vuelve el títere de trapo
a su caja de madera,
dejando feliz al hombre oculto,
que con sus manos y la magia de su voz
inventa un mundo de quimera.

Javier Villafañe - Wikipedia, la enciclopedia libre

miércoles, 23 de octubre de 2019

"El faro"- (De la autora)

     Llegué al faro con el único motivo de visitarlo. Nunca había visto uno de cerca y siempre me habían parecido misteriosos, como si en su interior se guardaran historias de marineros y barcos fantasmas. Pero en el fondo, una parte de mí me alertaba que quizás había visto demasiadas películas de Hollywood.
     Yo sabía que muchos faros habían dejado de funcionar por la invención del GPS, algunos de ellos fueron remodelados y transformados en museos, otros, en observatorios de vida silvestre o en centros de investigación atmosférica, cambiando así su función, pero siempre manteniendo el atractivo pintoresco para los visitantes de la zona.
     Y allí estaba ante mí, imponente, desafiante, vigilante, pintado de azul y blanco a rayas, erigido sobre una punta de tierra elevada que entraba al mar y terminaba en un acantilado. Llegué sola, en el jeep que habíamos alquilado para el fin de semana, escapándome de mi familia que había quedado en la playa. Quería recabar datos que pudieran ayudarme en la novela que estaba escribiendo, y para eso necesitaba hacer preguntas a alguna persona idónea del lugar. Supuse que podría encontrar a algún cuidador o encargado que estuviera allí en ese momento.
     Estacioné sobre la arena firme, cerca del sendero principal y me dirigí hacia la puerta blanca de madera un tanto gastada por el viento marino, que hacía de entrada al mismo. Mientras tanto, las olas rompían contra el acantilado desgastándolo cada vez un poco más, en un vaivén constante y perpetuo. Golpeé dos veces con mi puño cerrado y el sonido retumbó en el interior delatando su altura hueca. Miré a mi alrededor y como nadie aparecía toqué la manija y, ante mi sorpresa, la puerta se abrió sin dificultad, la empujé suavemente y se quejó con un chirrido agudo que alertaría a cualquiera de mi presencia. Deduje que el lugar estaría vacío porque no escuché ningún movimiento. Entonces, decidí recorrerlo por mi cuenta con mi libreta y mi bolígrafo en la mano, preparada para anotar cualquier información que pudiera resultarme útil. Me sentía como esos chicos que se escapan a la hora de la siesta para realizar alguna travesura a escondidas de sus padres, con toda la adrenalina que eso implica.
     Ya adentro, elevé mi vista y pude ver una escalera interior, en forma de caracol, que lo recorría íntegramente hasta la cúpula, donde se encontraba el habitáculo con las grandes linternas que hacen de guía a los barcos, ofreciendo un camino seguro a la costa. Yo sabía,  porque había buscado material en Internet para agilizar el proceso de mi novela, que la alimentación de las luces de los faros había pasado por diferentes etapas, desde el aceite de ballena, la parafina vaporizada, los generadores diesel hasta llegar a la energía solar, económica y ecológica. Comencé a subir lentamente, pisando con mucho cuidado, iluminada por las ventanas que estaban en algunos tramos del recorrido, y mientras iba ascendiendo pude percibir que una tormenta, oscura y amenazante, se acercaba por el lado del mar. Ante tal situación, aceleré el paso para poder averiguar lo que necesitaba antes de que la inminente borrasca me sorprendiera allí. Si no lo hacía ahora, mi visita no se repetiría.
     El torreón contaba con otros cuartos pequeños desplegados a los costados de la escalera, necesarios para su funcionamiento diario. Pasé por la sala de control llena de aparatos que no entendía, por una pequeña recámara con herramientas, elementos de limpieza y víveres, y por el cuarto de servicio, siempre tomando notas de aquellos detalles que pudieran enriquecer mi escritura y estimular mi imaginación. Me sorprendió una pequeña biblioteca, ubicada ya casi al final de la escalera, donde se encontraban algunos libros que seguramente servirían para entretenimiento del farero, considerando el tiempo que el hombre debería transcurrir encerrado. Todo parecía normal y tranquilo, como si el encargado hubiera salido por un momento, pero cuando ya estaba llegando a la cúpula, se escuchó un ruido extraño, como el de una palanca accionada, produciendo que la luz del faro comenzara a girar originando un gran resplandor en los ventanales superiores de la torre. Como afuera ya estaba bastante oscuro por los nubarrones, la luminosidad resaltaba aún más. Sorprendida, me detuve inmediatamente y me apoyé contra la pared, porque evidentemente habría alguien arriba, que yo no había visto. Comencé a llamar para que la persona que había encendido el aparato me escuchara pero no obtuve respuesta alguna. El sol ya había desaparecido por completo a causa de la tormenta y mi familia ya estaría en la cabaña; pensé que probablemente se asustarían cuando no me encontraran allí. Yo no había dado información sobre mi aventura; me había escabullido sin aviso, y mi celular había quedado en el jeep. Decidí seguir. Terminé de subir el último tramo de escalera que quedaba y llegué a la cima, encandilada por los destellos que no cesaban. Efectivamente, allí no había nadie. Quizás el mecanismo se había activado automáticamente con algún reloj programado, conjeturé, aliviando el trabajo del personal. Entre los grandes ventanales de la torre pude encontrar una puerta, también de vidrio, que conducía al balcón externo, desde donde se podía divisar la inmensa costa. La abrí y salí a una especie de mirador compuesto por una angosta pasarela contenida por una baranda de hierro. Se me cortó la respiración ante semejante panorama. La brisa marina chocaba contra mi cara y el sonido de las olas penetraban en mis oídos como una sinfonía afinada y única. Todo el paisaje era mío. Extendí mis brazos, como para acapararlo. Me apoyé luego, sobre el barral y me sumergí en el espectáculo que tenía ante mis ojos.  De no ser por la tormenta, me hubiera quedado allí todo el día; cualquier escritor se hubiera sentido inspirado. Deduje que mi familia entendería cuando les contara la experiencia. De pronto, mi concentración se rompió al divisar un objeto que se movía entre las olas. Pude distinguir con dificultad, que era la figura de un barco en medio de la tempestad que se avecinaba, dirigiéndose a la bahía a una velocidad  intrépida y desconcertante. Chocaría contra los arrecifes si no reducía la marcha de inmediato. La luz del faro debería alertarlo pero yo no sabía si el mensaje que enviaban las luces era el correcto. En un movimiento del oleaje quedó al descubierto el nombre de la embarcación que resaltaba en letras blancas sobre la pintura magenta del casco: “Prestige”, pude leer.  Mi desesperación aumentó cuando me dí cuenta que se dirigía directamente hacia una roca gigantesca que por momentos quedaba escondida por la marejada. No había boya alguna que marcara las rocas traicioneras que estaban sumergidas pero que eran una amenaza para cualquier vehículo marítimo. Pensé que podrían ver los rayos que emitía la torre y virar la nave evitando la colisión, pero no fue así. Los desprevenidos navegantes chocaron de lleno contra el objeto que se les interpuso en su ruta de navegación; pude escuchar el estruendo y quedé petrificada.  Comencé a bajar las escaleras rápidamente para pedir auxilio a la guardia costera, mientras las linternas del faro seguían girando, emitiendo señales intensas que seguramente, se verían a la distancia. No pude entender cómo desde el Pretige no pudieron divisarlas, e imaginar así que estaban acercándose a la costa, para tomar las precauciones necesarias. Ya la lluvia golpeaba contra los vidrios y supuse que me resultaría difícil el trayecto hasta el pueblo con el jeep ya que no soy una experta conductora. Pero cuando salí y me asomé lo más que pude al extremo del acantilado, ya no pude encontrar el barco encallado, la roca se veía claramente pero el Prestige no estaba allí. No era lógico que se hubiera hundido en ese pequeño lapso que me llevó bajar las escaleras de la torre. Subí al jeep y me alejé buscando ayuda, en medio de la tormenta que no cesaba. Mi celular tenía llamadas perdidas de mi familia que seguro me estaría buscando, pero debía llegar a avisar sobre la tragedia lo antes posible. El jeep no tenía techo y la lluvia golpeaba mi cara con fuerza y por momentos me obstruía la visibilidad. Mientras conducía no podía dejar de pensar que había sido testigo de un tremendo accidente.
     Cuando llegué al centro de guardia costera que estaba en el ingreso al pueblo, les informé lo que había ocurrido. Ellos me miraron estupefactos y lo que es peor, no se sobresaltaron. Quedé desconcertada cuando me dijeron que el faro hacía años que no funcionaba, que había sido clausurado y que el Prestige era un barco que había encallado hacía cincuenta años llevándose al fondo del mar a toda la tripulación. Para convencerme y disipar mis evidentes dudas, me mostraron una foto que estaba colgada en la oficina donde podía verse exactamente lo que yo había visto desde el balcón de la torre: el barco encallado, hundiéndose, y su nombre claramente visible en letras blancas sobre el casco magenta. 
 
1er PREMIO Concurso de Poesía y Cuento organizado por la SADE Baradero-San Pedro, Escritor Alfredo Cossi, edición 2019-
Publicado en "Rincones y Acuarelas"- La Imprenta Digital- Buenos Aires- 2019 
       
Pintado por YASMÍN PÉREZ- Premio del Concurso
YASMÍN PÉREZ:  Oriunda de Baradero, donde posee su atellier. Profesora en Bellas Artes (Universidad Nacional de Rosario)- Ella pintó el cuadro que fue premio para la escritora.
Fallo del "XVI Concurso de Poesía y Cuento Escritor Alfredo Cossi"- S.A.D.E. Baradero-San Pedro (Buenos Aires)

lunes, 21 de octubre de 2019

Fallo del "XVI Concurso de Poesía y Cuento Escritor Alfredo Cossi"- S.A.D.E. Baradero-San Pedro (Buenos Aires)


Premiados cuentos:
-1º Premio EL FARO Beatriz Chiabrera de Marchisone
Clucellas- Santa Fe
-2º Premio ÚNICA GIRA, Marcela Mabel Pelagatti
Bella Vista, Bs. As.
-3º Premio MÁSCARAS, César Augusto Bruzzone
Santa Fe

-1ª Mención EL DIARIO DE LEONARDO DA VINCI, Mirta Krevneris
CABA
-2ª Mención ALAVÁ, Jaime Leonardo Kleidermacher
CABA
-3ª Mención LA ESPERA, María Inés López Fabre
CABA

Premiados Poesía:
-1º Premio POEMA DE AMOR, Rafael Restaino
Pergamino
-2º Premio ENCENDER LOS PÁJAROS, Evaristo Santana
Ituzaingó, Bs. As.
-3º Premio POESÍA PARA LEER MIENTRAS LLUEVE /POESÍA ESCRITA EN EL PECHO, Antonio Cali
Puerto Madryn, Chubut

-1ª Mención CRÓNICA DE UN DÍA DE VERANO, Gladis Naranjo
Claromecó, Tres Arroyos, Bs. As.
-2ª Mención A-DIOS, Anahí Duzevich Bezoz
Cañada de Gómez, santa Fe
-3ª Mención INTERROGACIÓN, Griselda Rulfo
Villa María, Córdoba

domingo, 20 de octubre de 2019

"La primera mirada" (De la autora)



A mis hijos
     En ese momento estabas muy ocupado. Todo era muy confuso para vos, estoy segura. La situación se presentaba caótica, desorganizada y no estabas preparado para afrontarlo, nunca te preparan para eso. Escuchabas ruidos metálicos y voces desconocidas que te provocaban miedo y desconfianza incitándote a quedarte donde estabas, seguro y protegido, a pesar de la oscuridad y la humedad que te rodeaban.  Pero había que salir, no quedaba otra opción. Afuera todos te estaban esperando.
     Te gustara o no, fuerzas superiores perturbaban tu largo letargo que estaba llegando a su fin. Habías empezado a sentir presiones, que te impedían controlar tus escasos movimientos. Cuando llegó el momento, divisaste una tenue luz que te indicaba la única salida, el sendero que debías seguir obligatoriamente y que te alejaría de la zona de seguridad. Algo se rompió, y sentiste que ibas a ser desalojado a pesar de tus intentos por quedarte. La incertidumbre era parte de la historia pero la curiosidad no te movilizaba a acelerar el proceso que parecía anárquico, agresivo y desolador. Pero no estabas solo.
     De pronto notaste que ibas llegando a una zona desconocida y eso te asustó aún más, pero ya no podías hacer nada para detenerte, eso escapaba a tu decisión y a tus deseos. Las presiones se hicieron insoportables. Los ruidos y las voces fueron aumentando de a poco y la luz se tornaba cada vez más intensa a medida que te acercabas al final del largo y estrecho túnel, al punto de no permitirte abrir los ojos. ¿Qué era lo que estaba ocurriendo? Esto no estaba en tus planes.
     Sin embargo, cuando la realidad parecía estar fuera de control, la violencia cesó por completo al final del laberinto y, aunque sentiste frío y temor, te encontraste en libertad. Las emociones contradictorias que te acechaban te condujeron a un llanto que, luego de nueve meses, completó el ciclo milenario y misterioso.
     Y ahí fue cuando te vi. No creo que lo recuerdes, porque tu esfuerzo estaba centrado en percibir el entorno borroso y en amoldarte a la nueva situación, pero ese fue el momento en que se encontraron nuestros ojos por primera vez. Frente a frente. Sin la interferencia del mundo que, en pocos minutos, empezarías a transitar y a enfrentar. Y aquella mirada, la primera, detuvo el tiempo. Y en ese preciso instante supe que mi vida cambiaría para siempre.  


 Mención Premio Farfalla- Flia. Trentina- Rafaela-2016

miércoles, 16 de octubre de 2019

Carta para Cacho, que ya no está... (de la autora)

A Cacho Castaña.
Mirá Cacho, qué te puedo decir que no sepas. Un pueblo te está despidiendo en medio de esta “humedad, llovizna y frío..”, como dice uno de tus tangos. Eternos tangos que quedan prendidos en cada esquina de tu país tanguero. Allá irás a codearte con aquellos que tanto admiraste: con Gardel, para quien querías entoldar las calles de Buenos Aires antes del amanecer, por si volviera; con Tita, con quien compartiste algunas veces tus pasos por el Favaloro, y tuvo la oportunidad de reclamarte que le habías escrito al Polaco y a ella no; con Goyeneche, aquel de la Garganta con arena y sus tangos “insolentes y equilibristas”. Paso uno a uno tus temas. Tus letras no se pueden creer.
“Te pintaron las cejas con dos pinceladas de asfalto caliente,
Y quedó Buenos Aires, pintado en tu frente” (Tita de Buenos Aires)
“Hermano bandoneón, prestame un tango más” (Qué tango hay que cantar)
Busco información. A los 14 años ya eras profesor de piano, casi un niño prodigio. Empezaste como pianista en orquestas de tango, y en la segunda mitad de la década de 1960 te presentaste como cantante en programas "ómnibus", de esos que duraban más de 6 horas en vivo). Formaste el grupo Beto y los Huracanes, dando tus primeros pasos como vocalista. Y de allí no paraste.  En 2005 recibiste el Diploma al Mérito de los Premios Konex a la Música Popular en la disciplina "Autores/Compositores de Tango" como uno de los 5 mejores de la década en Argentina. Pero no te quedaste en el tango. En 2008 compusiste junto a Valeria Lynch la canción Por amor a vos, la cual sería cortina musical de la telecomedia del mismo nombre. Esta canción ganó el premio Martín Fierro a la mejor canción original. No se pueden mencionar todas tus canciones. Ni elegir. Cantaste con todos. Con La Berisso hiciste un video increíble. Con Lavié los escuchamos sentados a una mesa, cuando ya te costaba respirar.  Te hicieron homenajes y los disfrutaste. Nosotros también te disfrutamos y lo seguiremos haciendo. Porque las voces no mueren nunca. ¿Cómo podés haber pintado a Buenos Aires de esa manera?.  Ahora será el turno de algún poeta canta-autor, tan pasional como vos, que te escriba y te pinte. Te lo merecés Cacho. Gracias.

La Beriso y Cacho Castaña - Cacho de Buenos Aires - YouTube

miércoles, 9 de octubre de 2019

"Más allá de la guerra" - (de la autora)


Voy escuchando las noticias en la radio mientras ando en el auto por el pueblo, haciendo las compras. Debo detenerme en un negocio, pero antes, quiero escuchar el informe del periodista. Un veterano de guerra de Malvinas recibirá su casco que fuera entregado por un marine inglés en la embajada argentina en Londres, luego de 37 años. Ambos se habían enfrentado en el Monte Harriet, el 11 de junio de 1982, en una cruel batalla que dejó herido gravemente al argentino Héctor Pereyra. Andy Damstag lo tomó prisionero primero y luego lo protegió con su casco para que no fuera alcanzado por la artillería argentina. Luego lo llevó a un
hospital donde los médicos británicos le salvaron la vida. Los dos marinos tenían 18 años en ese momento y según relata el argentino, su “enemigo” inglés le comentó que no tenía idea de la existencia de las islas. También hablaron de fútbol; Andy le mencionó a Ardiles, que en ese momento estaba jugando en el Tottenham de Inglaterra. En esos momentos de confusión donde no se sabe bien qué están haciendo en una guerra de otros, esos chicos trataban de llevar adelante la situación hablando de temas que los sacaran del lugar. 37 años después, Andy lo contactó por las redes sociales y acordó devolverle el casco que tuviera su nombre y DNI. En el acto que se realizó en la embajada de nuestro país en Gran Bretaña, Andy besó el casco antes de entregarlo, lo que emocionó profundamente a los presentes.
     No puedo dejar de pensar en la situación. Una guerra, cruel, devastadora, feroz. Con tantas víctimas. Pero aún así, aparecen ciertos actos de nobleza que engrandecen a las personas. Y me entristece compararlo con la actualidad, donde encontramos diariamente un grado de enemistad dentro de nuestro país, como si estuviéramos viviendo una guerra. Y aunque busco, no encuentro un solo acto de nobleza que engrandezca a nadie. Todos somos enemigos.

El veterano de Malvinas Héctor Pereyra recuperará su casco ...

viernes, 4 de octubre de 2019

Finalistas Cuarto Premio Nacional Literario S. E. G. A.- Miramar- (Pcia de Buenos Aires)- 2019. Género: Poesía


Aquí están las 20 obras finalistas, seleccionadas entre 346 obras recibidas, que integrarán el libro de poesías:
Luego de deliberar, el jurado formado por 6 miembros de la comisión directiva, encontró las 20 obras finalistas que integrarán el libro de poesías, resumen del cuarto Concurso Nacional.
Los títulos de las poesías, sus autores y respectivos lugares de residencia son:

-Bitácora de vida Susana Angélica  Orden-   C. A. B. A.
  -Cónclave animal Juan José Reimondez Florencio Varela. Bs. As.
  -Credo Mario Corradini Mar del Plata
  -Deja vú Raúl Oscar D´Alessandro Mar del Plata
  -Instrucciones para preparar un ocaso Hernán Misael SosaCaleta Olivia. Santa Cruz
  -La taba Héctor Pablo Golfetto C. A. B. A.
  -La trama Graciela Isabel Ferraro Tandil
  -Llora el mar Beatriz Chiabrera de Marchisone Clucellas. Santa Fe
  -Los viejos Trudy Pocoví Santa Fe
  -Mientras no cicatrice, se está a tiempo Silvia Gabriela Vázquez Lanús. Bs. As.
  -Mujeres de ceniza José Luis Frasinetti Gral. Belgrano Bs. As.
  -Nuestra esencia Raúl Ángel Fernández Villa Adelina, San Isidro.
  -Origami íntimo Silvina María Gatti Comodoro Rivadavia.
-Romance a José Pedroni Juan Carlos Pirali Dolores. Bs. As.
  -Savia Aldo Renato Guardatti Bº Tres Cerritos. Salta
  -Se me perdió una palabra Josette Digna Sabaté Pergamino. Bs. As.
  -Soneto Marcelo Galliano C. A. B. A.
  -Un  mar que vuelve María Marta Pugliese C. A. B. A.
  -Un otoño más  Yamila Urban  Indio Rico. Bs. As.
  -Vamos mi niño Manuel Sindín Chamorro Córdoba, Capital

Seguimos trabajando y deliberando para encontrar los tres primeros premios!
Muchas gracias! a los 346 participantes de distintos lugares de nuestro país y felicitaciones a los finalistas!
A todos los esperamos el sábado 23 de noviembre a partir de las 17 hs. en la Biblioteca Municipal José de San Martín, calle 34 Nº 940 de la ciudad de Miramar.
Realizaremos entonces la entrega de premios recordando los 23 años de nuestra sociedad.

FUENTE: https://segamiramar.wordpress.com./

jueves, 3 de octubre de 2019

"Patria" (de la autora)

Qué sola estás mi Patria,
qué sola y lastimada, Patria mía,
sangras sin cesar por tus rincones,
y no alcanzan los ungüentos
para sanar todas tus heridas.
No decaigas,
ya no trastabilles,
no permitas que manchen tu bandera,
no te dejes ultrajar por los bandidos,
por aquellos que traicionan en tu nombre,
por los otros, que afilan sus cuchillos.
Qué triste y solitaria estás mi Patria,
qué lejos, te han llevado, de tu cauce,
andas sin fuerza, y con temores,
cargando una mochila de injusticias,
sorteando a los lobos
y la perenne amenaza de sus fauces.
Resiste Patria mía,
no dejes que despojen tus entrañas,
recoge las esquirlas
y fragmentos,
intenta nuevamente,
respira,
resiste en nombre de tu pueblo.

miércoles, 25 de septiembre de 2019

"Feriado inesperado"- (De la autora)

Nos levantamos temprano, más que lo habitual, para ir a Rafaela. Cuando uno viaja del pueblo a las ciudades cercanas, siempre “acumula” varias cosas para hacer: trámites, compras, etc. Mientras estamos llegando, mi hija averigua por teléfono por algo que yo debo comprar en un negocio donde ella tiene un conocido, y le dicen que “mirá, hoy no, porque está cerrado por el Día del Empleado de Comercio”. Nuestras caras cambian por completo; igual seguimos. Algo estará abierto, pensamos, un supermercado, algún negocio. Pero no, todo herméticamente cerrado; algunos locales hasta con persianas y rejas. Bueno, la dejo a ella que tiene una reunión y voy al centro a ver qué puedo hacer. Igualmente me traje un libro; en la plaza me podré sentar a leer. Estaciono, y antes de bajarme le mando un mensaje a Claudia, que vive acá, por si tiene tiempo de tomar un café. En seguida me contesta que “lástima, estoy saliendo para una reunión”. Me sugiere un super Chino que “puede estar abierto”. Me bajo del auto y camino hacia el centro. Me cruzo con Julián Ratti. Claro, él no me conoce, pero yo lo escucho siempre en la propaladora de mi pueblo. Los lugares donde debo ir están cerrados; ya lo comprobé. El Chino también. Igualmente me consuela que no soy la única; una pareja está leyendo el cartel y comentando que no sabían. Sigo caminando, el día está precioso y la primavera se palpita en el aire. Miro las vidrieras que no tienen las persianas cerradas; tengo tiempo de ver todas las novedades y leer todos los carteles,  pero me aburre; no vine a mirar vidrieras. Me cruzo en la vereda con un empleado del Correo Argentino en bicicleta que está repartiendo la correspondencia en los negocios cerrados; claro, no tiene problema porque las veredas están vacías. Veo un local abierto y me alegro, pero es de quiniela. Yo ni siquiera juego; podría empezar hoy, pienso. Llego hasta el cine y cruzo la calle. Del otro lado me vuelvo a encontrar con el empleado del Correo. Llego a un café,
entro y me siento en una mesa que da a la calle, así tengo luz para escribir mientras tomo algo; hay varias mesas ocupadas. Escucho una canción de Abel Pintos que me alegra la mañana, siempre es bueno escucharlo. Cuando llega la camarera le pido un café y busco en mi cartera algo dónde escribir y una lapicera. El cuaderno que tenía adentro lo dejé en casa, y los lentes quedaron en el auto. No importa. Una servilleta va a ser muy chica. Revolviendo, encuentro un viejo presupuesto arrugado en el fondo de la cartera, que me puede servir; la parte de atrás está en blanco. Escribo igual, sin lentes y en el papel desprolijo. Levanto la vista cada tanto para mirar las noticias en el televisor; la vista me va a pasar factura, seguro. Por la ventana veo que pasan algunas personas caminando. Pocas. Busco en Internet por la fecha del día del Empleado de Comercio, porque tengo mucha duda. ¿Cómo no escuchamos nada? Encuentro información que me confunde aún más:  
“El 26 de septiembre, los/as empleados/as de comercio de todo el país celebramos nuestro día, conforme con la ley 26.541, sancionada el 11 de noviembre de 2009; ratificando lo establecido por el artículo 76 de nuestro Convenio Colectivo de Trabajo 130/75. Para este 2019, se ha resuelto, trasladar el feriado para el lunes 23, con el objetivo que todos los trabajadores y trabajadoras puedan gozar de su día de descanso.” 
 ¿26 de septiembre? ¿23 de septiembre? Hoy es 25 de septiembre. Bueno, festejemos los 3 días. Siempre hay lugar para un feriado más.

viernes, 20 de septiembre de 2019

"Complemento" (De la autora)- Inspirado en "Cohesión" de María Elena Doleatti


¿En qué rincón pronunciarán su amor?
ese que no habla de ficciones,
tan lejos de la farsa cotidiana,                                                 
el que por su particular pureza
resuena en el tañer de las campanas.
¿Qué espacio contendrá tanta pasión?
esa que se funde con la piel y con la sangre,
la que reverbera en los latidos mutuos                          
del abrazo simple
entrelazando sus almas inmortales.
Ambos se prefieren,
se entregan sin razón ni condiciones,                    
desafiando al tiempo,
fundiéndose con lazos invisibles
que quiebran las barreras,
formando un único elemento.                                    
Ambos existen opuestos, diferentes,
mas ligados por un impulso necesario,
como la luz seduce a la penumbra,                      
la tierra es nada sin el cielo,                                              
y al fuego le urge el agua a sosegarlo.
Yacen allí, ajenos, solitarios,
fruto del artista
que ha plasmado su genio en el cemento,                      
dos fuerzas que profesan armonía,
volcando su energía
en el equilibrio final del complemento.
Nadie nunca sabrá, nunca,    
lo que murmuran con su voz caliza
qué secretos recónditos y ocultos
están grabados en sus formas esculpidas.
Quizás sea un rumor de despedida
o el susurro inicial de una promesa,
mas sin duda el destello del recado                
dejará  su huella eterna en las veredas.                                                         
Sin embargo, el grito del creador se expresa
con una voz imperceptible y muda
que trasciende el tiempo y las fronteras 
y destaca otra forma de lenguaje,                          
y en un intento por honrar la vida                                                              
exhibe su labor con respeto y homenaje.



Inspirado en Cohesión   (Escultura de María Elena Doleatti- 2003-
Ubicada en la Plaza San Martín- Clucellas- Santa Fe)
Dice la escultora de su obra: “Es un bloque compacto de cemento y ladrillos con un poco de hierro en la base y en el cuello. Se realizó por adición. Representa el Yin y el Yang de la creación, y el amor correspondido y desinteresado” (María Elena Doleatti)