Un barco muy pero muy grande iba por el mar.
Después de varios días, les pareció ver una isla. Un marinero se trepó, a un
palo alto para mirar con los largavistas. En un día de sol brillante, no pudo
ver mucho. Se había olvidado los anteojos.
Quedó allí arriba. Nadie se acercó a ayudarlo
a bajar. Gritó y gritó tanto que, las golondrinas se asustaron. Volaron hacia el
barco. Entraron todas juntas, al interior donde están la cocina y los dormitorios.
Como veinte pájaros.
Un hombre salió de ahí, con una varita mágica.
Hizo tres movimientos con la mano. Y enseguida, las golondrinas se posaron
sobre su cuerpo. El mago-pájaro.
Con las palomas, en los brazos, voló a
rescatar al hombre de la torre. Allí, estuvieron un rato con él. Hasta que las
golondrinas se empezaron a volar. La torre de madera se inclinó por el viento y
el capitán decidió seguir la ruta de las aves.
El cielo se nubló y se puso entre celeste
oscuro con negro. El viento cambió y los empujó con más fuerza. Cerca de la
costa, fueron más despacio. Ahí, con los largavistas ya pudieron ver las fotos
de unos piratas fantasmas. Eso les dio mucho miedo. Se acercaron despacio.
Rodearon las dos islas y dieron varias vueltas .No querían bajar. Parecía tan
desierta que ni fantasmas había.
Revisaron los mapas. Las islas figuraban. El
dibujo no se veía tan bien. Pero estaban. Y al lado, la imagen del pirata-fantasma.
Ese misterio confundió al capitán y los marineros. Y los asustó. Intentó hablar
por la radio. No le respondían. Les habló a los que viajaban. Algunos bajarán a
ver que hay. A mantenerse tranquilos. Nada nos pasará. No le creyeron.
No podían volver. Ya no tenían casi alimentos
y combustible. Las olas se hicieron gigantes y movían mucho el barco. Empujados,
llegaron a la costa. Bajaron y ahí se dieron cuenta que los carteles con las fotos
de los piratas no eran eso. Por el cansancio y a la distancia, parecían otra
cosa. Decían bienvenidos a la isla. Siga esta ruta y encontrará el tesoro.
Tanto viaje y misterio, al fin terminó bien.
- Mamá, contame como sigue , contame .-
- Dormí tranquilo, para mañana pensaré otro.-
- ¿Seguro?
- Si te dormís, empiezo a pensarlo.-
La mamá se durmió primero. En serio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario