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LIBROS PUBLICADOS POR LA AUTORA
(poesía y narrativa)
"DE LOS HIJOS" (2014)- Ediciones Mis Escritos (Bs. As.)

Rincones y Acuarelas I (Poesía) -2019- La Imprenta digital (Bs. As)

Rincones y Acuarelas II (Narrativa)- 2019- La Imprenta digital (Bs. As.)

Los encontrarás:
En Rafaela (Santa Fe): en Librerías "EL SABER", "PAIDEIA" y "FABER".
En San Francisco (Córdoba): en Librería "COLLINO"
y en otras librerías del país.

lunes, 13 de julio de 2020

"El encuentro" (por Nélida Baros Fritis) TALLER VIRTUAL 5


Robert Valverde hacía cuatro años que no se reunía con su amigo Frank Crepick, pianista. Ellos tenían una gran amistad desde que estudiaron en una escuela de música. Cada uno siguió su destino; Frank en el Conservatorio y Robert en la Universidad estudiando  Ingeniería comercial. De vez en cuando se escribían  en el Watsapp y rara vez, en el computador.

Robert, un veinteañero, buen mozo, inteligente, trabajaba en una empresa  de Automóviles. El año 2009 se había casado con Martiña Piamonti y llevaba un año casado con la joven morena de ascendencia cubana que  estudiaba medicina en la Universidad del Norte, muy atractiva y sencilla. Asistieron a la presentación del pianista Frank Crepick en el Teatro Municipal  de Antofagasta, acompañado de la orquesta sinfónica. El público llenaba la sala y aplaudía  con entusiasmo; terminaba la sinfonía de Beethoven, continuaba una segunda parte del espectáculo con canciones que han quedado en el recuerdo: “Sorba el Griego, Gracias a la Vida, Te recuerdo  Amanda”,  etc. Terminada  la presentación, Robert y su esposa se aproximaron a felicitar a Frank; lo invitaron  a compartir a un restaurant, él se mostraba interesado en saber de sus vidas. La conversación estaba llegando a su término cuando  Robert miraba la hora.

- Frank dijo.- ¿Qué te parece amigo, si nos juntamos en tu casa a tocar el piano a duo? Todavía recuerdo cuando yo iba al hogar de tus padres y tocábamos  en el piano de tu abuelo.

-¿Hasta cuándo estás en la ciudad? Preguntaba Robert Valverde

- Hasta el domingo, a las 14hrs. viajo a Santiago, después a Viena. -Respondía Frank.

Bueno, no se diga más nada, es tarde y mañana es viernes hay que ir al trabajo. Le entregaba a su amigo una tarjeta diciendo:-El sábado te espero en casa, te vas en taxi. Calle los Naranjos población los Canelos 656.

El día sábado el matrimonio almorzaba a las 13:30hrs. Martiña iba a buscar a su madre para visitar a la abuela chilena. En el living dejaba preparada una mesa con una botella de champagne y cosas para picar. Todo  ordenado y limpio, podía salir sin problema y Robert esperaría a Frank.

En cuanto salía la joven de su casa, Robert llamaba a su amigo, eran las cinco de la tarde cuando aparecía con una rosa roja y una botella de vino tinto.

Frank dijo. -Hola Robert y de inmediato le daba un abrazo de oso, luego tomó  asiento y comenzó a indagar cómo sucedió ese matrimonio con la cubanita.

- Frank decía.-Hermosa  la cubanita, muy linda persona. ¿Te has puesto a pensar si ella dejó un novio en la isla? 

-¡No, no! Ella es sincera, creo advertirlo y me lo diría. -Respondía Robert.

Ya, ya no preguntes tanto, aprovechemos de brindar por tus éxitos.- Respondía Robert y  de inmediato abría la botella de champagne  y servía las copas, Frank se acercaba a coger una y se aproxima diciendo,  esta rosa es para ti. ¡Nunca, nunca te olvidé!, Cada día tengo una rosa y la dejo en el  piano  junto a una copa con un  poquito de vino, así no sales de mi cabeza, me inspiro y toco las canciones que más te gustaban. El submarino amarillo de Los Beatles, Para Elisa, valses y danzas, etc. Se pusieron a cantar y hasta bailaron, parecían dos colegiales excitados por la música.

Frank acercó la copa a los labios de su amigo Robert diciéndole- querido, hasta la última gota. Siguieron  bebiendo  y escanciaron dos, tres botellas hasta el whisky así, ambos se besaban  olvidados del mundo, no escatimaron  caricias.

Tocaron el piano recordando viejos tiempos, momentos vividos en Santiago  y se olvidaron de que la esposa llegaría a casa. Cuando la joven  entraba al antejardín los amigos no  sintieron que la puerta se abría y cantaban juntos sin pensar en ser interrumpidos. Ella quería ser escuchada y hablaba a Robert, él estaba en una borrachera tal que no respondía; he ahí en ese momento, ella  se dio media vuelta y se fue a casa de una amiga a dormir. Los dos amigos continuaban en franca algarabía, otras botellitas de vino y whisky  salieron de un mueble y quedaron vacías. Robert y Frank perdieron la noción del tiempo con el licor, en el piano quedaba  la rosa y una copa con un poco de licor  derramado.

El piano continuaba sonando y los dos pianistas estaban desnudos, abrazados   en una cama durmiendo la borrachera. Eran las 10 de la mañana del día domingo, Robert despertaba con el agua fría que lanzaba en los rostros una furibunda Martiña. Ninguna excusa merecía su perdón, en unos segundos  juntó su ropa hizo la maleta y se fue a su casa. Lloraba desconsolada, su padre comenzaba a oír la razón que tenía para llegar al  hogar.

El padre de la joven fue  a casa de Robert, golpeó la puerta, esta se abrió  y en frente a su yerno, desenfundó la pistola e hizo dos  disparos a quemarropa. Sólo el ruido de un auto quedaba a  lo lejos. Cuando Frank  sintió los disparos, salió del baño a medio vestirse para socorrer a su amigo que yacía herido en el piso, le puso toallas en la parte del estómago que sangraba mucho. Al fin llegaba la ambulancia y lo trasladaron a la clínica, minutos que fueron eternos, una bala destruyó el baso. Frank regresó a la casa, buscó afanoso el fono del  hermano de Robert, en pocas palabras le explicó que un desconocido al abrir la puerta quería robarle y al oponer resistencia le disparó. En la semana siguiente, Martiña  acompañada de su madre  y padre, se embarcaba en un avión  a Cuba.

AUTORA: Nélida Baros Fritis

Copiapó (Chile)

TALLER VIRTUAL 5

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