Aún se respira en los rincones
el aire utópico del pueblo,
aún se oyen las voces obstinadas
que rebotan en los muros
que albergaron al Congreso.
Y fue en el mes de Marzo
que llegaron a la casa de Francisca,
irrumpiendo desde todos los senderos.
Nada los detuvo, nada,
nada podría mutilar sus sueños,
ni el temor de los necios y cobardes,
ni el helor en medio del invierno.
Ellos colmaron el suelo tucumano,
empuñando ideas de pioneros,
ellos invadieron los patios y las salas,
con la sangre urgente,
con la piel sensible de patriotas nuevos,
ellos cobijaban en sus puños
la esperanza blanca
de la libertad de un pensamiento nuevo,
ellos abrigaban el clamor entre los labios,
para soltar cadenas,
para romper las ataduras de otro imperio.
Y fue un martes de Julio
que acabaron los murmullos,
que surgieron las palabras
que atestaron los silencios.
Porque era voluntad de las Provincias,
que unidas reclamaban sus derechos.
Ya la casa se colmó de independencia,
ya las calles desbordaron
con aromas de festejo,
ya las voces inundaron los balcones
con olor a triunfo,
con sabor a juramento.
Dos siglos atrás, aquella casa
cobijó un nacimiento.
Y aún se respira en sus rincones
el aire utópico del pueblo.
Beatriz Chiabrera de Marchisone
Publicado en "Rincones y Acuarelas I"- La Imprenta Digital- Buenos Aires- 2019
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