A Sergio Denis
“La vida vale la pena” Sergio, vos lo cantaste. Te iniciaste en la
canción desde muy pequeño. Ya a los 16 años integrabas la banda “Los Jokers” y
recorrías los alrededores de Coronel Suárez con tu voz. “Los Bambis” fue tu
otro grupo musical antes de lanzarte como solista. Como todos los grandes
cantantes, pasaste por los “Sábados Circulares” de Pipo Mancera, en Canal 13.
Desembarcaste en el cine en una que otra película, y en 1974 fuiste el primer
cantante melódico argentino en actuar en el Teatro Ópera, con una orquesta de
36 músicos. Recibiste premios, grabaste temas con tus pares y también
incursionaste en otros géneros como el folklore, y te animaste a interpretar
canciones en español que antes habían sido grabadas en inglés, como “Pipes of
Peace” (Pipas de la paz) de Paul Mc.Cartney o “Nothing’s gonna change my love
for you” (Nada va a cambiar mi amor por ti) de Glenn Medeiros. Participaste en
un disco navideño con una versión propia de “La Misa Criolla” de Ariel Ramírez.
Pero el pop melódico y la balada romántica eran lo tuyo. Son lo tuyo. Recientemente,
en 2017, recibiste el premio Gardel al Mejor Álbum Artista Romántico Melódico,
y en 2018, el premio Gardel a la Trayectoria, de la mano del Presidente de
CAPIF, por tu destacada carrera discográfica en 49 años.
El 11 de marzo estabas dando un recital en el Teatro “Mercedes Sosa”
de San Miguel de Tucumán, cuando caíste del escenario, frente a tu público que
no podía creer lo que estaba ocurriendo. La ironía del destino hizo que te
dispusieras a cantar “Te llamo para despedirme” justo en ese instante. Quizás
estabas demasiado concentrado, tal vez te encandilaron las luces. Te repito, tu
público no lo podía creer. Fuiste parte de mi adolescencia Sergio. Tuve la suerte de verte en el escenario, y en una ocasión te crucé en la calle, cuando estabas entrando al Cine-Teatro Belgrano de Rafaela. Mucho me has
acompañado; tantas noches te he escuchado. No creo que sea el momento para
partir. Quizás tu voz deba seguir sonando en las radios, en los autos, en los
festivales, en los teatros. Para que podamos identificarnos cuando cantás
“Gigante, chiquito”, o alguna melodía como “Por ti” nos retrotraiga a los
danzantes de los 80. La vida vale la pena Sergio. Pensalo.
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