POESÍA. NARRATIVA. INFORMACIÓN LITERARIA. CONCURSOS. AUTORES CLÁSICOS Y NÓVELES


Puedes pedir los libros de la autora al mail: beamarchisone@gmail.com (envíos a todo el país)

LIBROS PUBLICADOS POR LA AUTORA
(poesía y narrativa)
"DE LOS HIJOS" (2014)- Ediciones Mis Escritos (Bs. As.)

Rincones y Acuarelas I (Poesía) -2019- La Imprenta digital (Bs. As)

Rincones y Acuarelas II (Narrativa)- 2019- La Imprenta digital (Bs. As.)

Los encontrarás:
En Rafaela (Santa Fe): en Librerías "EL SABER", "PAIDEIA" y "FABER".
En San Francisco (Córdoba): en Librería "COLLINO"
y en otras librerías del país.

miércoles, 10 de junio de 2020

"La maldición de Fustina" (por Beatriz Barsanti) TALLER VIRTUAL 4


           Así como una vez nació Aurora (apodada la Bella Durmiente),  también nació Pablo, hijo de reina y de rey,  de un reino muy raro.

           Unas señoras velaban de día y de noche su sueño apacible.   Una de ellas era un hada muy buena y la otra,  la bruja más temible.   De pronto,  uno de esos días,  sin razón alguna,  la bruja  - de nombre Fustina -  sentenció con una voz que a todo el castillo estremeció  “que el nene se achique al entrar en la tina”.   Entonces el hada,  para romper el malvado hechizo,  sin perder un segundo dijo “para crecer,  otro tipo de baño deberá el niño hacer”.   “¿Cuál,  cuál?”  preguntó el rey dolorido y ansioso.   “Aún no lo sé,  pero pensemos,  pensemos,  que pensar es siempre bueno”.

           Pasaba el tiempo y nada se le ocurría y con el tiempo,  el niño crecía.    Crecía muy sano y muy fuerte pero con el baño,  Pablo no tenía suerte.   Solo lo limpiaban con copos de algodón apenas embebidos en agua.   Hasta que un día el hada nuevamente habló y sin más vueltas predijo

que la única forma de anular el conjuro sería bañar a Pablo en una tina y volverlo chiquito,  tal como había dispuesto Fustina-    “Chiquito como una semilla” acotó “y así,  pequeñito,  plantarlo en una maceta para que lo riegue la lluvia del cielo.   La buena lluvia que llegue”.

           El rey,  espantado al oír la solución,  gritó muy alterado “No permitiré jamás que planten a mi hijo en la tierra fría y sucia”.  Y Pablo creció sin darse un verdadero baño de burbujas.    ¡Oh!  ¡Terrible maldición de bruja!

           Pero he aquí que un día,  ya siendo el príncipe un muchacho lleno de osadía,  salió con su séquito a cazar y llegó a un hospedaje que lucía en la habitación una tina con agua calentita,  jabón y cepillos para hacer masajes.    Pablo la vio y, sin pensarlo, al agua se arrojó.   ¡Ay!  Por suerte lo seguía el paje que al instante,  de un manotazo, logró sacar por milagro al joven:  chiquito pero tan chiquito que quedó sentado sobre un dedito.

           Ahora sí que al rey,  no le quedó más que hacerle caso al hada.   Mandó buscar una maceta.   Plantó por lo pies a su hijo (quitándole las botas)  y ambos se instalaron en el parque esperando la lluvia generosa.

          Después de un día de sol y otro nublado,   llovió,  llovió,  se formaron charcos y bañados y cuando, al primer albor de la mañana, el rey abrió los ojos,  encontró vacía la maceta   “¡cosa extraña!”  gritó aterrorizado,  pero a su lado vio a Pablo:  alto,  buen mozo, y el corazón del padre se llenó de gozo.

          Con el hechizo deshecho, la bruja Fustina enfureció.   Colorada de ira,  llena de rabia,  en tanta cólera montó y tan violenta se puso,  que en un  ¡pif!  ¡paf!  explotó.

          Saneado de bruja el reino,  todo el mundo festejó: “Viva el rey y viva Pablo”  “y que viva nuestra reina”  “que viva el hada buena”  “vivan los baños de espuma y las bañeras bien llenas”.

AUTORA: Beatriz Barsanti

Villa Adelina (Buenos Aires- Argentina)

TALLER VIRTUAL 4 

No hay comentarios: