- Tienes
que estar convencido de ser poeta. Si dices "no soy poeta", o
eres hipócrita o quieres que te alaben.
- Grafica
tu alma y corazón en la hoja en blanco, extiéndete todo tú, con toda tu
sangre, todas tus células y todos tus huesos. De lo contrario arroja tu
pluma a la basura.
- Al
poetar, olvídate de las formas pero nunca del fondo.
- Revisa
bien tu poema antes de lanzarlo al mercado. Ningún artista vende su obra
si no la considera finamente acabada.
- Jamás
busques palabras de erudito porque a nadie vas a engañar, aparte de a ti
mismo y de quedar en ridículo.
- Tienes
que estar conciente que más escribes para la posteridad que para el
mezquino presente.
- No
te preocupes si tu poesía vale o no. Para el primer caso alcanzarás la
gloria aunque no la busques; y en el segundo, parecería que ignoras que
existen otras ocupaciones, y que ya hay demasiados poetas en el mundo.
- Debes
reconocerte como a un ser diferente, por no decir raro. Lo único que te
iguala al resto es que a tus pulmones ingresa el mismo aire que respiran
los demás.
- No
escapes de tu responsabilidad social, porque el arte puro no es arte, sino
cuando se orienta a transformar para bien la sociedad donde vives.
- Por último, puedes llamarte poeta si has decidido morir con un lápiz en la mano y en tus labios una sonrisa.
Raúl Gálvez
Cuéllar.
Poeta, narrador y crítico peruano. Abogado, pedagogo, ex-magistrado, ex-profesor de Derecho, Filosofía, Lingüística, Literatura e Idiomas.
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