Me quiere, no me quiere . . .
Caminaba hacia el piano
deshojando una rosa
y los pétalos a mi espalda
se burlaban en silencio.
Los pies en la alfombra
tallaban mi desconcierto
y una lágrima de sangre
me asomaba entre los dedos.
Me quiere, no me quiere . . .
La flor más liviana y la duda
a mi corazón aferrada.
El trago de vino sobrado
aquella última cita
marcaba sobre mis labios
la profundidad de una herida.
Me quiere, no me quiere . . .
En la penumbra de su rincón
sumiso el piano me esperaba.
La rosa, el vino y las teclas
arrancaban de mí
una melodía perfecta.
AUTORA: Liliana Ravasio
Rafaela (Santa Fe- Argentina)
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