Había una vez una chica llamada Sofía, que estaba aburrida en su casa, de repente escuchó que en la tele había un concurso para ganar el tesoro pirata y el concurso decía que cada grupo tenía que tener por lo menos tres participantes, entonces pensó rápido en sus dos mejores amigas llamadas: Emma y Emilia, entonces las llamó y las dos dijeron que sí.
Pasaron los días y ya estaban participando, se dieron cuenta que en la misma había una chica que les parecía conocida, entonces se distrajeron por pensar quien era, y por lo tanto, descuidaron la competencia.
Se les acortó el tiempo, entonces pensaron en una estrategia para distraer a los concursantes. Sofía simuló desmayarse, pero no funcionó, porque los presentes no fueron a auxiliarla; pidieron que vuelva a empezar la competencia, y volvió a empezar.
Entonces, cuando estaban por llegar al final, se dieron cuenta que la conocida de Sofía era la hija de una vecina , y justo quedaban Sofía y Maia, que así se llama la hija de la vecina. Cuando Sofía vio la X que estaba el tesoro escondido, Maia también la vio, entonces las dos cavaron y como lo encontraron las dos, compartieron el tesoro que eran monedas de chocolate. Cuando llegaron a casa pensaron que podían hacer una fiesta para celebrar que ganaron, entonces, al otro día hicieron la fiesta en un pelotero y compartieron las monedas.
En la fiesta había piratas malos, entonces tuvieron que pasar por todo un laberinto para escapar de los piratas, pero no pudieron escapar y tuvieron que hacer un castigo, el castigo era darle todas la monedas de chocolate a los piratas. Entonces pensaron en un plan, el cual era que como no tenían las monedas en el pelotero les iban a dar menos de la mitad de las monedas, y funcionó.
Cuando llegaron a casa llamaron a la mamá de Sofía y era el señor que controlaba por cámara la competencia, y le dijo que Sofía simuló el desmayo, entonces Sofía ya no era ganadora, y debía devolver las monedas, pero primero tenía que explicar por qué y disculparse. Sofía enfrentó su mala acción, pidió disculpas y devolvió las monedas de chocolate.
moraleja: se debe actuar siempre correctamente,
no hacer trampa.
AUTORA: Alfonsina Comesaña
-11 años –
Rosario (Santa Fe- Argentina)
No hay comentarios:
Publicar un comentario