En
medio de un jardín de infantes, están los niños y festejan, bajo una luna
intensa, y barriletes que adornan el patio. Los profesores les enseñan juegos.
Esos juegos son hermosos.
La
blanca luna alumbra el lugar. Cuentan que por aquellas épocas siempre se
juntaban bajo la luna. Luego cuando crecieron fueron hombres y nunca más
jugaron.
Hoy
que estoy mirando ese pasado junto a la luna y soy marino capitán de este barco
pienso en todo lo que he perdido. Pero siempre regreso a esa luna.
El
tiempo va pasando y pronto entraremos en un puerto, bajo la luna.
Los
niños siguen jugando, y viene el regalo de cumpleaños.
Adiós
le dice el marino a su mujer, me voy a soñar por el mundo, bajo la luna.
AUTOR: Javier Dicenzo
San Pedro (Buenos Aires –Argentina)
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