En el fútbol de vez en cuando
aparece alguien con talento
que crea una bella obra de arte.
Y fue allí en aquel cielo azteca
que los fríos ojos ingleses
vieron a un genio fabuloso.
Salió del ritmo rutinario
y con un pique magistral
fue dejando atrás a rivales.
En una diabólica danza
se dispuso a gambetear
a todo un equipo contrario.
Y un hilo mágico invisible
conjugó pelota con pies
para lograr un gol histórico.
Gracias Dios dijo un relator
llenos de lágrimas sus ojos
y con un nudo en la garganta.
Y ante esa jugada de ensueño
se preguntó de que planeta
surgió ese barrilete cósmico.
Es en los potreros del barrio
donde esos barriletes nacen
remontados en zapatillas.
Surgen en estelas de polvo
que dejan jugando los chicos
para la creación del gol.
Y era Maradona ese artista
quien encandiló a la pelota
para que se enamore de él.
AUTOR: Néstor Quadri
Barrio Parque Avelaneda. (Buenos Aires- Argentina)
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