La
Luna está sola
y
quiere jugar.
De
tanto en tanto
se
puede escuchar
¿si
estoy sola acá
con
quién voy a jugar?
Las
estrellas están lejos
y
no las puedo alcanzar.
Un
niño en la Tierra
la
pudo escuchar.
Y
le dio tristeza
oír
a la Luna llorar.
Y
se preguntó
¿Qué
puedo hacer yo
para
poderla acompañar?
Y
muchas ideas
se
puso a pensar.
Y
una de ellas
le
llegó a gustar.
¡Hacer
un barrilete
Y
manos a la obra
se
puso a trabajar.
De
mil colores
se
puso a pintar.
Y
una cola larga
le
hizo para volar.
Agregó
imaginación,
sueños
y amor
Y
un cascabel
para
que sonara al volar.
Y
un día de mucho viento
al
cielo lo hizo elevar.
Y
la Luna se puso a reír
al
verlo llegar.
Y,
desde entonces
feliz
con su barrilete
puede
jugar.
AUTORA: Claudia
Fernández
Balcarce (Buenos Aires – Argentina)
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