Cuentan que
en el pueblo de Mun
la noche se
tiende
en los
tejados
como tul de
silencios
salpicado de
grillos.
Dicen que en
esas noches,
de los
cuernos de la luna
caen
cristales
en lluvia
fina
y los elfos
buscan cobijo
en las
sombras
tras las
chimeneas
y en las
arboledas cercanas.
Dicen que
dicen…
Que algún que
otro niño
ha subido la
escala de la luna
y ha visto
los destellos azules
tras sus
pasos
y oído la
melodía
en medio del
silencio
y no ha
vuelto…
Con grandes
ojos púrpuras,
los elfos
observan
en la
profundidad de la noche
y ponen sobre
sus labios
sus largos
dedos iridiscentes
mientras sus
cabelleras
brillan en
las sombras
cual
luciérnagas.
Entonces, un tenso
y crepitante
eco oculta los pasos
y es cuando
sucede,
en que los cuernos
menguantes de la luna
derraman
cristales por los techos
y nimban de
destellos la floresta.
En ese
momento exacto,
los niños con
pasos pequeños
suben la
escala de la luna,
para no
volver.
AUTORA: Mirta Yngui
Santa Fe de la Vera Cruz (Santa Fe- Argentina)
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