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LIBROS PUBLICADOS POR LA AUTORA
(poesía y narrativa)
"DE LOS HIJOS" (2014)- Ediciones Mis Escritos (Bs. As.)

Rincones y Acuarelas I (Poesía) -2019- La Imprenta digital (Bs. As)

Rincones y Acuarelas II (Narrativa)- 2019- La Imprenta digital (Bs. As.)

Los encontrarás:
En Rafaela (Santa Fe): en Librerías "EL SABER", "PAIDEIA" y "FABER".
En San Francisco (Córdoba): en Librería "COLLINO"
y en otras librerías del país.

jueves, 9 de abril de 2020

"Crónica detrás de una ventana" (de la autora)

     Tengo el cabello demasiado largo. Mientras me miro al espejo viendo cómo me lo puedo acomodar, pienso en qué película vi todo esto. Barbijos, cuarentena, pandemia, respiradores. Hoy tampoco voy a salir, y como yo, muchos. Desde la ventana veo pasar a unos pocos, andando en esta mañana de un otoño diferente. Todo es confuso; los caminos a seguir no están demasiado claros. Y eso nos asusta. El mundo está dado vuelta y no sabemos cómo acomodarnos. Cualquier situación nos resulta una amenaza. 


     La naturaleza es, a veces, traicionera e impredecible. Nos sorprende con un virus desconocido que aparentemente va mutando; algo así como en la Evolución de las Especies de Darwin. Y me viene a la memoria un ensayo que escribí sobre ese tema, para un final de Lengua Inglesa, allá por 1986; quizás mi profesora de esa materia aún lo recuerde.
       Y aunque se tomaron algunas medidas y las ciudades están vacías, el veneno sigue circulando silenciosa y clandestinamente, mostrando su poder devastador. Y aquellos que están en la calle, los que no pueden quedarse en su casa porque son esenciales para mantener el orden sanitario y social, son los que están más expuestos. Ciudadanos silenciosos, anónimos, y muchas veces, vapuleados.
     Pero los que nos quedamos adentro, debemos seguir con la vida. Cambian nuestros horarios y nuestros hábitos, y muchas veces no sabemos qué día es, porque todos los días son iguales.  
     Nos encontramos haciendo cosas que nunca habíamos hecho, compartiendo momentos y espacios forzados, tratando de llevar adelante una situación que no sabemos hasta cuándo se va a extender. Los espacios se acomodan. El living pasa a ser un área de trabajo para aquellos que pueden seguir con sus tareas desde la casa, enviando material por medios virtuales. Adecuamos otro lugar para hacer gimnasia; sacamos la máquina de coser para hacer los tan necesarios barbijos. Y hacemos alguna llamada telefónica o enviamos mensajes para no perder ese contacto social que nos mantiene vivos.
      El televisor pasa a ser un artefacto fundamental para mantenernos informados y entretenernos en estos momentos de aislamiento. A través de este aparato, recibimos los datos actualizados que cambian día a día, y las imágenes que se repiten en el mundo, como si todos estuviéramos viviendo en un mismo barrio. 
     Es una época difícil, que nos demanda un enorme esfuerzo y respeto por el otro. Pero también es una época donde aparecerá lo mejor y lo peor de cada uno.
     El otoño sigue afuera. Vendrá el invierno, y no podemos bajar los brazos.
     Y mientras me recojo el pelo como puedo, pienso- ya nunca más volveremos a ser los mismos.

1 comentario:

Unknown dijo...

Me gusta Bea ,muy buena reseña de estos momentos