Mil kilómetros de
calma,
veranos de caricia
al alma
en ese destino
escondido,
frecuente lugar
elegido
para un verano
familiar,
es cuando logramos
juntar
nuestros tiempos y
compartir.
Sentir que a cada
latir,
somos una familia
unida,
que solo espera de
la vida
el amor y la
felicidad,
poder hacer realidad
los proyectos y
sueños,
sean grandes o
pequeños.
Año de cambio estas
vacaciones,
fueron otras las
sensaciones,
solos disfrutamos en
pareja,
es diferente el
sabor que nos deja,
sin castillos en la
arena,
mirar calesitas
causa pena,
compartir mates con
las novias,
ha marcado otras
historias.
Fuimos viendo la
realidad,
cuán difícil aceptar
la verdad,
al llegar estos días
obvios,
ellos ya adultos, tú
y yo novios.
Botella que
arrojamos al mar,
poema interior que
va a flotar,
llegará a otras
manos desconocidas,
tal vez tengamos
historias parecidas.
AUTOR: Jorge Bircher - RAFAELA (Santa Fe- Argentina)
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