Ese sendero oscuro
de árboles que no se mecen
A los sauces
llorones y álamos se le fugó el alma
se murió la savia,
se extravió el sol , sin frutos y caídos los nidos
los pájaros volaron
y el sendero sombrío entró en agonía.
tinieblas y silencio
en ese oscuro bosque
guerra con un virus
que nos quiere aniquilar.
Vuelvo a mirar la
imagen, parece una revelación del tiempo que vivimos
Me descubro mirando
detrás de la cortina sin alguien pasa por las solitarias calles
Si en el parque
visualizo una silueta
Es que también
pareciera que han quedado mudos
ningún ruido y
siento temor, se cuelan los miedos al encierro, la muerte.
Todo es pausa
esperando a Dios que baje su lámpara
Para alumbrar los
caminos, pensando si venceremos a la peste
O la peste nos gana
la batalla.
AUTORA: Hilda Olivares Michea - CHAÑARAL (Chile)
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