Y
fue tu cuna un humilde barrio
donde
la pobreza rondaba la esquina
pero
tu alma noble, de niño estrella
supo
abrir los surcos y encontrar salidas.
Ya
desde pequeño tus pies casi mágicos
pateaban pelotas de cuero y de trapo
allí
en el campito hiciste proezas
y
los dulces frutos fuiste cosechando
.Después
vinieron los ojos expertos
contemplando
azorados al “Niño Prodigio”
y
te pusieron alto, allá en la cima
para
que deleites al pueblo argentino.
Pero
no renegaste del humilde pasado
tornaste
al ayer cada vez que pudiste
y
con tus padres “Ángeles Custodios”
los
buenos momentos también compartiste.
El
mundo fue testigo de tu gran talento
por
eso hoy te llora, dolido y triste
al
dejar tu impronta en cada destino
por la pasión ardua que al fútbol le diste…
Descansa
en paz Diego, hoy ya sos un mito
ese
que con la zurda gambeteó al destino
“Maestro
de goles” “Chiquilín de barrio”
¡Así
te evocamos muchacho argentino!
AUTORA: Olga C. Schmidt
TALLER VIRTUAL 10
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