La casa ya viste su gala, navidad se aproxima.
Llegarán los niños pequeños, con su magia infinita.
En el árbol vestido de fiesta, las luces titilan.
A sus pies se acumulan regalos,
con guirnaldas doradas se animan.
De la cocina de la abuela emana,
aroma a
vainilla.
En el horno se cuecen los panes
con amor y dulzuras de piñas.
Ya la noche desplegó su manto,
ya el silencio envuelve la casa.
La abuela desde su ventana,
observa en el cielo, estrellas doradas.
Allí elije la más grande y brillante,
la imagina en su árbol colgada.
A la vez que recuerda a sus nietos,
sabe que mañana vendrán a abrazarla.
AUTORA: Inés Quilez de Monge
San Francisco (Córdoba- Argentina)
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