En
gran fe, los oradores de la luz, visitan los pueblos de Europa y rezan a la
gente odas de espiritualidad; coreando sus buenas nuevas, sacralizan lo eterno.
Ellos
profesan la paz y viven en devoción hermosa, comparten con sus amigos el aroma
rojo, juntos evocan a la égida del Mesías y declaran que este ángel dio hasta
sus sollozos, por la liberación de las almas.
Ellos
alaban su pureza etérea, dedicados en trasparencia a la divinidad, poetizan las
hazañas que efectuó con elevación y ellos lo revelan como un ser milagroso,
pleno de inmanencia, tanto que cantan a su corazón, lirismos de verdad.
Y
estos discípulos, todos regocijados, lo vislumbran para siempre a Jesús.
AUTOR: Rusvelt Nivia
Castellanos
Ibagué (Tolima –Colombia)
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