POESÍA. NARRATIVA. INFORMACIÓN LITERARIA. CONCURSOS. AUTORES CLÁSICOS Y NÓVELES


Puedes pedir los libros de la autora al mail: beamarchisone@gmail.com (envíos a todo el país)

LIBROS PUBLICADOS POR LA AUTORA
(poesía y narrativa)
"DE LOS HIJOS" (2014)- Ediciones Mis Escritos (Bs. As.)

Rincones y Acuarelas I (Poesía) -2019- La Imprenta digital (Bs. As)

Rincones y Acuarelas II (Narrativa)- 2019- La Imprenta digital (Bs. As.)

Los encontrarás:
En Rafaela (Santa Fe): en Librerías "EL SABER", "PAIDEIA" y "FABER".
En San Francisco (Córdoba): en Librería "COLLINO"
y en otras librerías del país.

miércoles, 23 de septiembre de 2020

"La mesa" (por Beatriz Barsanti) TALLER VIRTUAL 7

       La mesa nunca estaba vacía.   No solo porque ellos eran muchos,  sino porque la casa se les hacía chica y la cocina-comedor era el único lugar destinado para trabajo y reunión.

       Doce eran los hermanos.   A los mayores:  Luis,  Esteban,  Amalia y María,  de veinte,  dieciocho,  dieciséis y catorce años,  les habían puesto los nombres de sus abuelos,  pero a la llegada de los siguientes se les acabó la imaginación.   Los nuevos se nombraron como Quinto,  Sexto, Septimia y Octavio;  sus edades iban de los doce a los siete años.   Peor fue cuando nacieron dos tandas de mellizos.   Entonces,  directamente recurrieron al santoral, criando a Roque y Agapito de cinco con Cipriana y Justina,  de tres.

       Durante el día se distribuían en la mesa cuadernos,  juguetes,  revistas,  restos de galletitas,  un frasco con  bichitos de luz,  lapiceras,  figuritas,  algún pañuelo sucio.  A la hora del almuerzo o cena , la madre tiraba todo adentro de una canasta de mimbre,  la misma que había contenido horas antes:   papas,  ajíes,  cebollas,  acelga,  repollo y cuanta verdura y hortaliza pudieran ir a parar a un sustancioso guiso que satisficiera a tantas pancitas.

       Como si no hubiera suficientes comensales,  a veces,  un amigo de los chicos se quedaba (“donde comen dos, comen tres”).   No faltaba que alguno de los agregados quisiera echar a un legítimo diciendo  “vos andá a comer a tu casa.   Hoy acá me toca a mí”  a lo que terciaba la madre “Minguito,  dejálo.   Ése también es de la familia”.

        Doce eran muchos hijos.   Incontables los problemas,  suprema la responsabilidad,  aunque los más grandes a medida que crecían ayudaban en el cuidado de los pequeños.   Así había hijos/padres,  hijas/madres y hermanos que nada compartían,  por existir entre ellos una diferencia de diez o más años o bien,  podían llegar los sobrinos de casi la misma edad que sus tíos,  para sumarse a la comitiva.

        Cuando colocaron las cloacas en el barrio,  Agapito  metió la cabeza dentro de un largo caño y no pudo sacarla.   Su voz pidiendo auxilio salía por la otra punta del caño y tardaron una tarde en localizarlo,

         Las niñas que jugaban a la visita,  se colgaban  el gato al cuello como bufanda.  Cuando lo soltaban, salía corriendo y no lo veían por el resto del día.

         Con doce hijos no había tiempo para aburrirse.   Los adultos lavaban,  cocinaban,  cosían y planchaban sin parar.   Los medianos trabajaban o estudiaban,  los pequeños dibujaban,  jugaban,  se escapaban al potrero o hacían travesuras.    Alguno,  tareas sobre la mesa.   La mesa que siempre estaba ocupada,  la mesa que no descansaba nunca,  la mesa que no dormía.

AUTORA: Beatriz Barsanti

Villa Adelina- San Isidro (Buenos Aires- Argentina)

TALLER VIRTUAL 7

No hay comentarios: