Amiga,
nos hemos conocido en otro tiempo,
allá donde la niñez fue abriendo los caminos,
allá donde la adolescencia se esfumaba,
y un idioma sin palabras
fue el lazo invisible que unió nuestros senderos.
Donde un hechizo atesoraba espacios
de risas y mateadas,
en las tardes de invierno,
sin tiempo para siestas,
con tiempo para sueños.
Nos fuimos acercando Amiga,
y en otro idioma remontamos vuelo,
y cruzamos fronteras, las del alma,
ensayamos para nombrarnos,
fonemas nuevos:
aliada, compañera, y tantas veces,
cómplice de los secretos.
Y nos comunicamos,
casi sin quererlo,
con los ojos, con las tardes de sol,
con vigilias comunes,
en idioma de Amiga…
Amiga,
nuestros puños cobijan todavía
un manojo de aromas y de ecos,
de palabras de abrigo,
de miradas de abrazo,
de instantes que volaron como un soplo
llevado por el viento.
Pero yo te digo, Amiga,
que aunque sigas tu camino,
llevaré por siempre tu nombre
prendido a mi cuerpo,
cada vez que te nombre,
sentirás mi pulso cotidiano,
mi prisa o mi calma,
sentirás mi temblor
por evocar recuerdos,
aquellos que marcaron
cada instante de tu vida y de mi vida,
y que en idioma de Amiga
hemos grabado a fuego.
AUTORA: Beatriz Chiabrera de Marchisone
Publicado en "Rincones y Acuarelas I". La Imprenta Digital- Buenos Aires- 2019
1 comentario:
¡Gracias Bea, por tu poesía! Describís la amistad con tanto énfasis y certeza. A pesar del poco tiempo de conocernos, creo que ya transitamos el mismo camino de las letras y las ilusiones ¡Feliz Día de la Amiga!
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