"Era justo la
hora cuando llegué a la cita. El lugar me era desconocido, y me atrapó al
instante la belleza y el misterio que me produjeron. No quería irme, y por otro
lado las luces que brillaban a lo lejos también me hacían pensar... cómo era
posible?
El bosque oscuro
tenía un lugar luminoso más allá de este lugar de nuestro encuentro. Titubeé....
Por qué me habrías citado de este lado? Querrías que fuéramos caminando,
sorteando el agua fría y pisando las hojas que ya habían esparcido los árboles,
como dos adolescentes que tiemblan al contacto de uno con el otro? Dirigiéndonos
hacia la luz de esa aurora que se insinuaba a lo lejos... O querrías que nos
quedáramos quietos, como otras veces lo habíamos hecho, en otros bosques y
momentos ahora lejanos, escuchando el ulular de los búhos y los susurros de los
elfos de los bosques? (y volveríamos a discutir si se trataba de las voces
cascadas de las criaturas sobrenaturales o de los crujidos esperables de las
ramas con la cercanía del viento)
Esta vez, de todos
modos, fue diferente. No me quedé a esperarte. No quise volver a escuchar las
mil y un razones que te habían hecho llegar tarde. Libre, como una mariposa que
recién sale del capullo, me interné en el bosque oscuro para llegar, de una vez
por todas, a ver la luz que sin duda brotaba en la otra orilla y que me había
estado esperando durante tanto tiempo".
AUTORA: Amelia María Saftich-
Música
(clarinetista) , argentina, porteña, radicada hace 24 años en San Martín de los
Andes
(Neuquén- Argentina)
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