Un cielo blanco
grisáceo, como una foto antigua ha cautivado el bosque, no se escuchan trinos, se
fugaron los colores, solo voces que en sílabas incomprensibles trae y lleva el
viento.
Fui a ver, no
encontré el camino, solo algunas hojas que dejó el otoño en senderos sin
huellas, invisibles, charcas heladas de aguas solitarias sin un croar de ranas.
Un misterio.
Haré como hace la
chicharra, me hundiré en el cieno del invierno a esperar el arco iris del encuentro.
AUTORA: Brenda Alzamendi - Montevideo (Uruguay)
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