Y de a poco se
cierran las puertas del mundo, dando paso a lo natural.
Puertas adentro, las
familias sobreviven esta cuarentena dando libertad a la flora y fauna, para que
se gesten los animales en extinción o para que nazcan esos pimpollos que ya no
están.
Pasando los días, lo
natural se apodera de lo humano, ocupando ese lugar del cuál ya era desplazado.
¿Cuánto puede durar
el stop mundial?
Seguramente le
encontremos la trampa a la ley, escondiéndonos de los controles y pareciendo
animales, animales privados de su libertad.
Los roles se
invierten y se ponen a prueba tantos hechos, tantos gestos y actitudes.
Los días se hacen
eternos adentro y tan calmos para la naturaleza, mientras dure...
AUTOR ANÓNIMO: de Clucellas (Santa Fe- Argentina)
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