Habían quedado
apretados con figuras en sepias.
unos y otros
disolvieron los rostros.
Un severo
metal de negaciones aprisionó deseos.
y echaron su
vuelo preguntas retóricas
para
esconderse en décadas de silencio.
Los años
importaron su afonía cómplice
confabulados
con los miedos.
Reclamos
núbiles exigieron desocultar ocres
Entonces el
coraje dormido entre los días
Buscó la llave
horadadora de mutismos
y en su
bronce opacado removió las nubes
se abrió
paso entre los ocres
y mostró sin
piedad los recuerdos.
AUTORA: Griselda Bonafede- Sunchales (Santa Fe- Argentina)
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