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LIBROS PUBLICADOS POR LA AUTORA
(poesía y narrativa)
"DE LOS HIJOS" (2014)- Ediciones Mis Escritos (Bs. As.)

Rincones y Acuarelas I (Poesía) -2019- La Imprenta digital (Bs. As)

Rincones y Acuarelas II (Narrativa)- 2019- La Imprenta digital (Bs. As.)

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y en otras librerías del país.

miércoles, 20 de mayo de 2020

"Nada" (por María Alejandra Civalero Mautino) TALLER VIRTUAL 3



Llegué a esa casa buscando una respuesta, una explicación a la carta que había recibido esa semana. En realidad no era una carta sino una foto, ni una palabra ni una letra. Conociendo los laberintos de su mente eso querría decir mucho sin decir nada. Era otra de sus maneras de comunicarse y confiaba en mí para descifrar sus mensajes. Era nuestro juego, aunque hacía varios meses que no sabía nada de ella. Su habilidad para la pintura me hizo pensar en un primer momento que era una toma de su última creación y me estaba invitando a ser su primer observador crítico. A ella le interesaba mucho escuchar mis interpretaciones de sus obras de arte y para mí, era como resolver un juego de ingenio o darle rienda suelta a mi imaginación, asignándole a cada trazo o pincelada un significado que revelara que conocía en profundidad a su autora. Así que, sin demorarme más, tomé mi auto y me dirigí hasta su cabaña al pie de la montaña, a unos kilómetros de mi casa en un pequeño paraje. Siempre le gustó la inspiración de la soledad, como ella le llamaba, soledad “acompañada” por lo que la apasionaba y la hacía feliz.
En el camino me pregunté por qué se había demorado tanto en contactarme y me recriminé por no haberme acercado antes para averiguarlo. Inmediatamente me respondí con una sonrisa y pensé, “a esta ermitaña no le gusta que la molesten, si ella no te busca, no la busques” ¡Todo un caso mi amiga entrañable! También me auto convencí de que debió haber estado muy ocupada en sus cosas que la alejaban del resto del mundo. Navegaba en su inmenso interior tan rico y profundo que eso justificaba sus aislamientos.
A lo lejos se divisaba el humo que salía de la chimenea y me dije, “en unos minutos estaremos compartiendo un café junto al fuego”.
Al golpear la puerta, ésta se abrió y con mi tradicional silbido anuncié mi ingreso. No vino a mi encuentro, es más, no la encontré en ninguna habitación ni en el patio. Fui a su atelier y la sorpresa fue mayor, no solo no estaba allí tampoco sino que no había ningún cuadro que se asemejara a la extraña fotografía que había recibido por correo. Al girar, vi sobre la mesa de lectura los papeles y la llave, estaban exactamente dispuestos como en la foto.
La búsqueda de mi amiga fue en vano, nunca apareció y no hubo rastros de ella. La policía trató por todos los medios de dar con la cerradura correspondiente a esa llave pero fue inútil y en los papeles no había ni una palabra escrita que pudiera servir como pista. Junto a los papeles había uno que era fotográfico, muy antiguo. Sea lo que fuera que allí estaba era tan borroso que no arrojó luz sobre la investigación.
Había llegado mi hora, debía dilucidar el mensaje, me dije en secreto. Y he aquí mi conclusión: era una llave simbólica, para que abriera la puerta de mi entendimiento y de su realidad. Esos viejos papeles estaban en blanco, mejor dicho en sepia y otros arrugados como un mensaje descartado y luego recuperado para desandar el hecho, estirado a mano acentuando lo no escrito. Allí se leía el mensaje: la nada, el vacío. Marchas y contra marchas de una vida que parecía plena y en colores vivos pero que en realidad había sido una foto borrosa e irreconocible. Una nada abollada y arrojada a la basura, luego recolectada, planchada con el calor de la mano, lista para ser escrita, y nada. Su vida, no sé en qué momento, se había tornado esa nada y no supe darme cuenta a tiempo. No fui lo suficientemente lúcido como creía, no fui capaz de interpretar sus signos. Ahora me lamento, creí conocerla y no sabía nada de ella.

             AUTORA: María  Alejandra Civalero Mautino
Clucellas (Santa Fe- Argentina)

TALLER VIRTUAL

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