Cuando los recuerdos se agolpan en tu
puerta, el escenario es como un día gris donde la llovizna se escarcha contra
tu cuerpo, donde te duele el alma con un dolor cansado, donde se te abre el
alma con una llave invisible. Entre la vida y la muerte todo encaja
exactamente. Es como un apretón de manos entre el pasado y el presente. La
frialdad del agua es la llamarada de dolor que te quema el alma, te calcina
desde adentro mientras te congela desde afuera y no hay remedio ni razón que
cicatrice esa herida.
AUTORA: Sonia Martínez- Bell Ville (Córdoba- Argentina)
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