Esas largas escaleras subiste entusiasmada con tu traje de princesa y los tacos de mamá. Una gran puerta se abrió y tus ojitos brillaban, llenos de alegría y ganas con gran emoción miraban. Tu carita sorprendida, todo con ansias tocabas, ya estabas en el castillo... ¡Cómo te maravillabas! Ese piano te atrapó, a sentarte no llegabas, lo disfrutabas igual, soñando lo ejecutabas. A la orilla de tu cama, el vestido te esperaba. A dibujarla y pintarla esa imagen te alentaba. El día de tu cumpleaños una torta apareció... ¡En el centro ese castillo que en tu mente quedó!
AUTORA: Miriam Fernández
Mar del Plata (Buenos Aires- Argentina)
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