Para
la despedida de este jueves de invierno
se
ha abrigado el ocaso
con tres frágiles mantas.
Son glicina y herrumbre las estrías de un
cielo
que ha
mudado de formas.
Desde
la habitación contigua
unas notas se
le escaparon al silencio.
En
el piano se quiebran
múltiples
voluptuosas
en
aletear de sombra.
La
magia de las teclas
con aroma de rosa y rubor de licor
las
hace melodía.
Sobre
el papel
mi
mano va dejando sus curvos trazos:
borrador de un recuerdo
que
se quiebra- también él-
de
nostalgia.
Un
desgarro lavanda
en el cielo,
la
piel de un poema,
una
antigua melodía que me sigue
desde lejos:
tres
frágiles mantas
que abrigan el ocaso.
AUTORA: María Beatriz Bolsi
Santa Fe Capital (Argentina)
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