Asustada
la princesa
en
la torre se escondía
para
evitar ser la presa
de
aquella cruel brujería.
Enloquecido
el dragón
arrasaba
sin piedad
tornando
al pueblo en fogón
destrozando
la ciudad.
Pero
en Castillo de Mores
el
hechizo se rompió,
la
bestia emanaba flores,
porque
el amor le sonrió.
AUTORA: María Alejandra Civalero Mautino
Clucellas (Santa Fe- Argentina)
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