Mientras
soñaba una vereda por el medio ambiente, en última hora de oscuridad adonde abordan al oscurecerse la luz, el
concebirlos con excesivos tonos expresamente hasta brotar el sol y todo se
torna vespertino.
Acontecía
en aquel lugar una ampliada esclarecida pradera, un ceñido pasadero cual su
tramo bajo le cruzaba un riachuelo, sobre la orilla de la explanada tenía un
arbusto denso a un costado del río y éste ascendía con una liviana vertiente
que seguía con una empalizada de troncos verticales.
Yo estaba
apreciando el panorama con mis manos atravesadas, mi mano derecha descansaba
arriba de la izquierda concibiendo aires, a lo lejano distinguí una negrura que
exclamó mi atención, me acerqué con esa dirección y revelé lo que surgía, ¡era
una partitura!, estaba sobrepuesta sobre un piano, de momento escucho que en éste
suena una melodía y que era ésta el contenido de aquella partitura.
En este
instante mi imaginación voló con la vista durante ese período custodiando aquel
territorio, con mi oído, esa melodía me causaba escalofríos, era tan bella que
logró hacerme llorar, en ese momento noté lo frágil que soy, pero aun así seguí
hostigando esa partitura.
Después de
un tiempo de escuchar el contenido de esa partitura, noté que con el viento se
voló ésta y la melodía se tornó en silencio, yo quedé infartada, eso me
inmovilizó, solo vi que voló y voló, yo estaba asediada, de momento desperté y
fui tras ella…porque quería seguir escuchando aquella melodía, pero por más que
lo intenté, no lo logré, me quedé a esperar sentada en la vereda por si el
viento la regresaba pero no regresó.
Esto me
trastornó mucho y floreció mi impotencia porque ya no volveré a escuchar esa
melodía, y que de ninguna forma imaginé tener la suerte de encontrar esa partitura
y sobre el piano aquel que causaba esa melodía la que me dejó un mensaje para
valorar lo que tenemos a la mano y cuidarlo.
AUTORA: Mónica
Navarrete López.
Toluca
(México).
No hay comentarios:
Publicar un comentario