Tras un lejano castillo
se escondía una montaña
que le contaba secretos
a la laguna azulada.
Se dice que una brujita
en el castillo habitaba,
era capaz de pasar
de ser redonda a cuadrada.
Y de cambiar de color
en un minuto su capa
tocándola con la punta
de una colorada pala.
Y yo sé que vos la viste
asomada a la ventana
cocinándose la sopa
bajo la luna nevada.
AUTORA: Justina Cabral
Mar del Plata (Buenos Aires- Argentina)
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